Sin revelar fecha, el enviado del presidente Donald Trump a Venezuela, Richard Grenell, informó que regresará a Caracas a buscar a otros seis estadounidenses que el régimen mantiene detenidos de modo arbitrario, que estaban junto al otro grupo de “rehenes” que logro “recuperar”, tras reunirse con Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores, el viernes pasado.
Grenell, designado por Trump para misiones especiales, consideró la como “un momento culminante” de su carrera haber logrado la liberación de los detenidos “sin pagar un centavo y sin intercambio de rehenes”, así como asegurar que el régimen busque con sus aviones a los inmigrantes indocumentados y los lleve de vuelta a su país.Lee además
“No solo recuperamos a los rehenes sin pagar un centavo y sin intercambiar rehenes, lo cual es realmente importante, sino que también logramos que el gobierno venezolano trajera sus aviones a Estados Unidos para llevar a los inmigrantes ilegales en nuestro país de regreso a Venezuela (…) están enviando los aviones y están pagando por ello”.
El enviado especial de EEUU narró en un programa de televisión estadounidense cómo fue la entrega de los “rehenes” por parte del régimen venezolano, una de las dos misiones de Grenell y condiciones, que se dio en el marco de un acuerdo entre la administración de Trump y el régimen de Maduro, y cuyos detalles se mantienen en reserva.
Liberación de “rehenes” en Venezuela
Grenell, durante su relato, afirmó que la entrega de los estadounidenses fue una vivencia “impresionante”.
“Estuvimos en la pista de aterrizaje durante dos horas y media esperando y no sabía si nos los iban a entregar. Esperamos todos en el avión muy nerviosos. Yo estaba nervioso por lo que iba a pasar cuando llegaron los vehículos”. Y prosiguió:
“Vi que los seis estaban en carros individuales y pude ver desde el otro lado de la pista que alguien salió y tenía una capucha negra sobre la cabeza. Y yo me quedé pensando: ‘Este es un estadounidense. Soy un diplomático estadounidense. Tengo a la Fuerza Aérea detrás de mí en un avión de la Fuerza Aérea. Y no podemos quedarnos aquí parados mientras un estadounidense tiene una capucha en la cabeza y está esposado’.
“Así que caminé hacia allí y a cada uno le estaban quitando la capucha y los grilletes, yo le decía a cada individuo, suban al avión, suban al avión. Soy un diplomático estadounidense. Suban al avión ahora mismo”, relató a la audiencia.
Grenell confesó, además, que le dieron ganas de llorar: “Es desgarrador pensar que había dos personas que podrían haber sido liberadas, pero pensaron que, una vez más, esto era solo una farsa del gobierno venezolano”.
Explicó que, entre los seis liberados, había dos vestidos de civil y no de azul, “porque en otras oportunidades los habían engañado con que los iban a liberar y justo ese viernes pensaron que, una vez más, esto era solo una farsa del gobierno venezolano”.