«Guantánamo 2.0»: La Oferta De Bukele A EEUU Divide A Los Salvadoreños

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Un «Guantánamo 2.0» que traerá problemas o un favor del que se puede sacar provecho: los salvadoreños se mostraron divididos este martes al inusual ofrecimiento del presidente Nayib Bukele de recibir a migrantes y estadounidenses «criminales» desde Estados Unidos.

La medida propuesta el lunes durante la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, no fue de agrado para todos en el país centroamericano donde el mandatario goza de alta popularidad gracias a su «guerra» contra las pandillas que redujo la criminalidad.

«Bukele está tratando de limpiar el país de la maldad y cómo se va a poner a traer más gente criminal […]. No se puede», declaró a la AFP Georgina García, ama de casa de 60 años, en una plaza de San Salvador.

Cerca de allí, mientras realizaba gestiones personales en el centro capitalino, el sexagenario exguerrillero, Juan José Ordóñez, comentó a la AFP «está mal» que Bukele traiga presos de Estados Unidos.

«No necesitamos que traiga más criminales a este país. Cada país que procura cómo hacer con sus propios criminales […]. Si Estados Unidos tiene sus criminales que lo resuelva; suficientes problemas sociales tenemos», indicó Ordóñez.

Pero otros creen que El Salvador puede sacar algún beneficio. El sargento retirado José Alberto Claros, dijo estar de acuerdo si Bukele logra un buen trato con el presidente estadounidense, Donald Trump.

Si Bukele «hace buenos acuerdos que sean favorables para nuestro país, como por ejemplo que detenga» las deportaciones y que «legalice a nuestros compatriotas» en Estados Unidos entonces la propuesta es buena, agregó el veterano militar, de 65 años.

En buena relación con Bukele, el gobierno de Trump no ha tocado hasta ahora el estatus que protege de la deportación a unos 232.000 salvadoreños en Estados Unidos.

Para la directora de la oenegé Socorro Jurídico Humanitario, Ingrid Escobar, consultada por la AFP, el ofrecimiento de Bukele es una «decisión inconsulta».

«Nos vamos a convertir en Guantánamo 2.0 (mejorado) y eso es algo que no lo podemos tolerar», dijo a la AFP en referencia a la base militar estadounidense en Cuba donde han sido excluidos prisioneros acusados ​​de terrorismo.

La propuesta hecha a Rubio, a quien Bukele considera su «amigo», contempla acoger a los prisioneros en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una megacárcel que acoge a miles de pandilleros y es insignia en su lucha contra esos grupos.

El vendedor de periódicos, Juan Ascencio, de 67 años, demostró que «si hay dinero» a cambio de tener a los criminales el acuerdo puede operar.

Bukele dijo que aceptará la llegada de criminales de «cualquier nacionalidad», entre ellos miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) que opera en El Salvador, Honduras y Guatemala, así como de la banda Tren de Aragua de Venezuela.

La propuesta contempla el pago de una tarifa «relativamente baja» para Estados Unidos, pero «significativa» para El Salvador, mencionó Bukele.

El país ya sufrió con las pandillas «como para que vengan colombianos, haitianos, venezolanos, que vengan de otros países criminales a corromper más esta sociedad que a patadas y trompones (golpes) se está empezando a enderezar», señaló García.

Bukele bajó a mínimos históricos los homicidios en El Salvador con su ofensiva antipandillas basada en un régimen de excepción que, desde 2022, ha dejado a unos 83.000 detenidos.

Grupos de derechos humanos critican el régimen porque permite arrestos sin orden judicial. Unos 8.000 han debido ser liberados por inocentes.

Sin embargo, Bukele controla el Congreso y el régimen de excepción no ha enfrentado ninguna resistencia legal.

«Creo que la población no estaría de acuerdo si se le preguntara si está bien traer delincuentes más peligrosos», dijo Escobar.

El departamento de noticias de Barron’s no ha participado en la creación del contenido que aparece más arriba. Este artículo fue producido por AFP. Para más información.

AFP