El Centro Carter compartió sus primeros reportes sobre la elección presidencial de Venezuela, tras participar como observador en este proceso electoral enmarcado por acusaciones de fraude.
Según el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), el presidente Nicolás Maduro logró la reelección para un tercer mandato; pero este resultado, a la fecha, no ha sido respaldado por la publicación de las actas oficiales del conteo de votos.
Por esta situación y otras acciones detectadas, el centro no pudo verificar la autenticidad de los resultados en la elección. Asimismo, calificó la falta de parámetros y cumplimiento de estándares internacionales para considerar un desarrollo democrático en la votación.
La organización destacó que el ente comicial, que ha dado por ganador al oficialista Nicolás Maduro a falta de más de dos millones de votos por computar, no ha anunciado los resultados desglosados por mesa, lo que “constituye una grave violación de los principios electorales”.
Gracias al despliegue de 17 expertos y observadores en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia, se detectó el desarrollo de un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.
“Las autoridades del CNE mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición”, dijo el centro en su reporte preliminar, donde también se mencionan los numerosos inconvenientes con el registro de electores y el uso de barreras legales desmedidas y arbitrarias para conformar un padrón en el extranjero.
La organización también recordó, “de manera aún más importante”, que la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición “se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos”.
El Centro Carter también destacó que la campaña electoral se desarrolló con un notable desequilibrio a favor del gobierno en todos los campos. “La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor”, dice el reporte.
En este sentido, se agregó: “La candidatura oficialista tuvo preponderancia en la televisión y la radio en publicidad, transmisión de eventos e información, mientras las autoridades intentaron restringir las campañas opositoras, incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios a políticos antichavistas para generar un efecto disuasivo”.