Antony Blinken busca en Medio Oriente que se apruebe un alto al fuego en la Franja de Gaza

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En su octavo viaje a la región desde el estallido de la guerra en octubre, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió este lunes 10 de junio, por dos horas, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con su ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Este martes, antes de partir a Jordania, prosiguió su ronda de contactos con Benny Gantz, rival centrista de Netanyahu que recientemente dimitió del gabinete de guerra, y con el líder de la oposición, Yair Lapid.

Plan de tregua y liberación de rehenes anunciado por Biden
En el centro de las conversaciones figura el plan de tregua y liberación de rehenes anunciado el 31 de mayo por el presidente estadounidense, Joe Biden, que el lunes recibió el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, con 14 votos a favor y la abstención de Rusia.

Este plan contempla en una primera fase un alto el fuego “inmediato y completo”, el canje de rehenes por presos palestinos, la retirada del ejército israelí de las zonas pobladas de Gaza y el ingreso de ayuda humanitaria.

El movimiento islamista palestino Hamás, que aún no ha respondido formalmente a la propuesta, “saludó” la resolución y subrayó “su voluntad de cooperar” con los mediadores para reanudar negociaciones indirectas con Israel. Sin embargo, el grupo en el poder en Gaza recordó sus exigencias de un alto el fuego permanente y una retirada completa de las fuerzas israelíes del enclave.

Antes de viajar a Israel, Blinken aprovechó una parada en Egipto para pedir a los países de la región que hagan “presión sobre Hamás” para que acepte el plan. Biden había presentado este plan como una propuesta de Israel, cuyas autoridades parecen haberse distanciado en cierta medida de ella.

Hostilidades continúan en Gaza, Cisjordania y Líbano
Entretanto, las hostilidades continuaron en el terreno, con bombardeos israelíes en Gaza que, según fuentes hospitalarias, dejaron varios muertos en el centro de la Franja, donde las tropas israelíes concentran sus acciones en la última semana.

Cuatro soldados israelíes murieron y seis resultaron heridos la víspera en una explosión en un edificio en el sur de la Franja de Gaza, que estaba plagado de explosivos, en la localidad de Rafah, fronteriza con Egipto, informó el Ejército de Israel. Los soldados encontraron allí una boca de túnel, por lo que creen que se trataba de la vivienda de un combatiente de Hamás, según The Times of Israel.

También hubo ataques el lunes por la noche en Cisjordania, con cuatro palestinos muertos cerca de Ramala, y en Líbano, donde murieron cinco personas en bombardeos israelíes contra un convoy de camiones-cisterna procedentes de Siria.

Enfrentado a múltiples presiones, Netanyahu insiste en su objetivo de eliminar al movimiento Hamás, considerado una “organización terrorista” por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.

Divisiones en el gabinete israelí y reclamos de familiares de rehenes
Esta estrategia militar puede verse reforzada por la operación que el sábado permitió rescatar a cuatro rehenes en el campo de refugiados de Nuseirat que, según el gobierno de Hamás, costó la vida a 274 palestinos.

Pero las divisiones en el gabinete israelí son palpables. Este mismo martes, su ministro de Defensa se desmarcó de una votación parlamentaria de un controvertido proyecto de ley para incrementar el número de ultraortodoxos que cumplen con el servicio militar, considerando que no iba demasiado lejos.

Y el domingo, Gantz dimitió tras exigir, sin éxito, un plan de acción para la posguerra en Gaza, y defendió que la liberación de rehenes debería ser la prioridad.

Las mismas familias de los secuestrados reclaman en su mayoría una solución pactada para ellos, en vez de operaciones de rescate. Los rehenes “necesitan un acuerdo para volver a casa sanos y salvos”, dijo Almog Meir Jan, madre de uno de los liberados el sábado.

EFE