Micro Análisis / Jesús Seguías
1. Javier Milei es un político de “derecha” verdaderamente revolucionario (vale advertir que también existen los “izquierdistas” contrarrevolucionarios).
2. Milei está planteando el deber ser de la humanidad: una sociedad de personas libres, donde todos gozan de los mismos derechos y oportunidades, auto sustentable en términos individuales, y donde no existan rezagados de ese nivel de desarrollo pleno. Eso ya es una gran ruptura sistémica.
3. Es un modelo donde el mega estado protector desaparece y queda reducido al oficio de un conserje cuya única razón de ser es garantizar que el edificio sea funcional y de convivencia armónica pero sin meterse en los asuntos personales (incluido el trabajo y las cuentas por pagar) de los que allí habitan.
4. O sea, en la sociedad liberal no está planteado que las personas que habitan en el piso 2, y que trabajan de sol a sol, terminen pagando forzosamente las cuentas de los rezagados y sin empleo del piso 1. Y especialmente cuando entre estos rezagados siempre hay quienes sencillamente no quieren trabajar, pues cuentan con los aportes del conserje (o sea, de los políticos). Y justo estos rezagados sociales son la primera fila de electores cautivos del conserje.
5. En la sociedad liberal, el conserje jamás debe subir el canon del condominio sólo a los del piso 2 para beneficiar a los del piso 1. No es justo. Por que al final de la historia jamás el conserje saca dinero de su bolsillo sino que alguien más paga la cuenta. Obvio, siempre hay excepciones. Los incapacitados para el trabajo por diversas razones merecen un trato especial.
6. La transformación liberal que propone Milei pretende romper sin anestesia con siglos de proteccionismo estatal basado en el estado del bienestar y el “reparto equitativo de la riqueza” para apoyar a los rezagados coyunturales y estructurales de una sociedad muy piramidal en la estructura de la riqueza.
7. Hoy, Milei tiene como aliado a las gran revolución tecnológica mundial donde cualquiera puede ser autónomo en su trabajo, lo cual facilitaría la reducción de los rezagados. Pero eso no ocurrirá masivamente en 6 meses ni en 4 años.
8. En 1989, Carlos Andrés Pérez intentó hacer en Venezuela lo mismo que Milei en Argentina hoy. A los pocos días le estallaron rebeliones civiles, políticas y luego militares en protesta contra su “paquete neoliberal”. Pérez terminó en la cárcel y en el ocaso de su larga vida política.
9. Carlos Andrés Pérez ganó las elecciones presidenciales de 1988 con el 53% de los votos emitidos. Javier Milei ganó con el 56%. Mayoría absoluta ambos. Pero a diferencia de Milei, quien siempre habló brutalmente claro a los argentinos, CAP nunca le habló claro a la población ni a su propio partido acerca de su plan económico. Sobreestimó su liderazgo personal.
10. Perez olvidó que quien manda en una nación democrática no es el Presidente de la República sino el Deep State (estado profundo). Y el estado profundo no sólo son instituciones de movimiento rápido (poderes públicos, sindicatos, medios de comunicación, fuerzas armadas y policiales, gremios empresariales y profesionales, ONG’s, etc.) sino también las de movimiento lento (ideologías, valores, religiones, cultura, etc).
11. Milei debe enfrentar ahora a ese estado profundo al que pertenecen millones de argentinos rezagados y excluidos, que toda su vida supieron que el estado siempre paga la cuenta de la diferencia entre ingresos y egresos familiares, donde la comida, las medicinas, las viviendas, el transporte, y hasta los preservativos y el Viagra gozan de generosos subsidios.
12. Enfrentar a ese estado profundo sin violar los derechos democráticos de los rezagados, los cuales transcienden al peronismo, será el gran desafío de Javier Milei. De lo contrario terminará rugiendo como un león: “Viva la dictadura, carajo”.
@JesusSeguias