Agresivas manifestaciones a favor de Hamás que asumen un tono cada vez más violento en Norteamérica y Europa desde el 7 de octubre, indican la creciente actividad de una amplia red de apoyo que puede dar caldo de cultivo para actos terroristas a nivel global, respaldados por Irán y Rusia.
A medida que Hamás se vea acorralado por el ejército israelí empeñado en erradicar las bases de la milicia terrorista, en una campaña que podría durar años, el grupo podría optar por una estrategia “asimétrica” de crear células armadas entre sus radicalizados simpatizantes en occidente, suministradas y protegidas por redes financieras, comunidades musulmanas y políticos de extrema izquierda instalados en varios gobiernos.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha comparado a Hamás con el Estado islámico (ISIS) cuyo “califato” en el norte de Iraq fue invadido en 2016 por el ejército iraquí en una operación respaldada por EEUU, que logró reducir a gran medida la actividad del sanguinario grupo.
“Como fue el caso con ISIS, desalojar a Hamás de su posición como gobierno de facto en Gaza, es la manera más efectiva de negar al grupo la cantidad significativa de financiamiento y recursos”, dijo el Dr. Matthew Levitt, director del Programa de Contra Terrorismo e Inteligencia del Washington Institute for Near East Policy.
Peor que ISIS
Pero ISIS nunca dispuso del respaldo financiero, militar y diplomático de Irán y Rusia, ni el aparente apoyo político del que Hamás parece gozar en el mundo árabe y países occidentales. El grupo de origen palestino ha estrechado lazos con Moscú desde el 7 de octubre, enviando delegaciones encabezadas por su líder Mousa Abu Marzook a entrevistarse con altos funcionarios del Kremlin y públicamente pedirle ayuda a Putin. También ha mantenido reuniones con diplomáticos cubanos y venezolanos en Beirut, según fuentes de la CIA.
Hamás opera una vasta red de financiamiento que podría sobrevivir a la pérdida de su guarida en Gaza. Según un informe de la Asociación de Expertos en Crímenes Financieros Certificados (CFCS), el grupo se abastece mediante un sofisticado y complejo entramado de negocios fraudulentos, empresas pantalla, organizaciones benéficas y ONG radicados en Qatar, Líbano, Siria, Sudan, Turquía, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Francia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos.
Irán ha invertido miles de millones de dólares en Hamás y el grupo Hezbollah, según fuentes de Inteligencia. La Guardia Revolucionaria iraní (IRGC) destina entre 70 y 100 millones de dólares anuales a Hamás, según informes de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC), presentados ante el comité bancario del Congreso de EEUU.
Parte del dinero se blanquea en negocios encubiertos con Rusia. OFAC investigó un caso en el que ganancias de un envío de petróleo iraní, mediante empresas rusas, al régimen de Bashir Al Assad en Siria fueron entregados al IRGC para distribuir a Hamás y Hezbollah. La operación fue gestionada por el empresario sirio radicado en Moscú, Mohamed Alchwiki, sancionado por EEUU en 2022.
Poder económico
Hamás también maneja transacciones en moneda crypto, difíciles de detectar por autoridades de EEUU, por las que puede haber recaudado más de 100 millones de dólares entre 2021 y 2023, según informes del National Counter Terrorism Center. Las Investigaciones además concluyen que “obtenciones terroristas en muchos casos dependen de redes de intermediarios sin relación con el grupo terrorista”. Se da el caso de una operación para crear células de simpatizantes en una universidad árabe, en la que Hamás envió tarjetas de crédito a estudiantes sin ningún antecedente terrorista o `previa asociación al grupo.
Tales métodos se prestarían para articular células de Hamás en Norteamérica y Europa donde el activismo a favor del grupo, particularmente entre formaciones estudiantiles, toma dimensiones alarmantes. La división antiterrorista del FBI dice haber descubierto “una miríada (un sinfín) de actividad criminal que incluye fraude de tarjeta de crédito, documentación fraudulenta, productos de contraparte y tráfico de drogas generando fondos para Hamás”, desde que cerraron la operaciones de la mayor organización de caridad musulmana en Norteamérica, Holy Land Foundation for Relief and Development, que había recaudado $13 millones para Hamás.
Activismo
Entre los principales protagonistas de manifestaciones pro-Hamás en EEUU, organizadas desde colegios y universidades, relucen activistas veteranos del grupo Black Lives Matter (BLM) cuyas violentas protestas por la muerte de George Floyd (con historial delictivo y antecedentes de drogadicción) a manos de un policía en 2020, causaron muertes y miles de millones de dólares de destrozos en Minneapolis, Portland, Seattle, Washington DC. y otras ciudades.
“El ataque palestino fue una revolución y un intento para reclamar su libertad …un acto de defensa propia”, se lee una nota publicada el 9 de octubre por BLM y el grupo Estudiantes para Justicia en Palestina, organizado por profesores izquierdistas, como el que caracterizó las atrocidades del 7 de octubre como “noticias vigorizantes”.
Comentaristas conservadores comparan el activismo de los grupos estudiantiles con las llamadas Brigadas de respuesta rápida en Cuba y sus actos de repudio o las Milicias Juveniles de la revolución cultural China. Hace días, la policía tuvo que acudir a un colegio en Nueva York para rescatar a un profesor a punto de ser linchado por pronunciarse en favor de Israel.
Peor en Europa
La situación en Europa es aún más tensa debido a la creciente población musulmana, fruto de una emigración desenfrenada desde África y Medio Oriente. “Es como si estuviéramos tras líneas enemigas”, dice un oficial de la unidad antiterrorista de la gendarmería francesa quien radica en un suburbio de París cuya población es 80% musulmana. Temiendo una repetición de los disturbios masivos protagonizados por inmigrantes argelinos que azotaron Francia hace pocos meses; el gobierno francés ha prohibido manifestaciones pro-Hamás.
Pero agresivas protestas han brotado en muchas otras capitales de la Unión Europea, cuyas autoridades se han negado a cumplir con peticiones de EEUU de proscribir ONG ligadas a Hamás, a pesar de amplias pruebas resultado de investigaciones en Francia, Alemania y Reino Unido que demuestran gran parte del dinero recaudado para fines humanitarios termina financiando operaciones terroristas.
España
Partidos de extrema izquierda representados en el nuevamente estrenado gobierno socialista de España, apoyan a Hamás entusiastamente. Un eurodiputado de la agrupación Podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, con conocidos vínculos con Irán, ocupó la vicepresidencia en el anterior gabinete, circuló una foto en redes sociales durante un reciente viaje a Gaza, en la que aparece en camiseta de bandera Palestina entre milicianos de Hamás blandiendo fusiles automáticos y lanzacohetes.
Dolorosamente, consciente del apoyo critico que le brindan los partidos minoritarios para mantener su frágil mayoría parlamentaria – que incluyen al grupo heredero del movimiento terrorista de ETA, Bildu — el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien hace poco asumió la presidencia rotativa de la Unión Europea, viajó a Israel el mes pasado para reclamar la creación de una “nación palestina independiente”, mientras cohetes palestinos caían sobre Tel Aviv.
Izquierda y terrorismo
El matrimonio entre la extrema izquierda europea y el terrorismo palestino se remonta a los años de 1970, cuando el marxista venezolano, Iych Ramírez Sánchez, alias “Carlos”, captado por servicios secretos soviéticos mientras asistía a la universidad Patricio Lumumba de Moscú, montó operaciones combinadas entre las facciones más violentas del movimiento palestino, como el Frente Democrático para la Liberación de Palestina de Wadi Haddad y la Facción Ejército Rojo (RAF) alemana, encabezada por Ulrike Meinhoff. Grupos mixtos ejecutaron secuestros de aviones y una serie de atentados en Europa cuya brutalidad palidece comparado con los actos genocidas de Hamás cometidos el 7 de octubre contra civiles israelíes.
La “Red Carlos” se disolvió con la caída del muro de Berlín, cuando los líderes del RAF fueron descubiertos en Alemania Oriental. Ramírez fue capturado unos años después por Francia. Peticiones para su excarcelación han sido hechas por Venezuela, que se ha convertido la “base de operaciones” de Irán en América Latina, según el especialista en asuntos latinoamericanos del US Army War College, Dr. Evan Ellis. Oficiales del IRGC asesoran sus fuerzas de seguridad, según el Pentágono y personas señaladas como operantes de Hezbollah identificados por OFAC han ocupado puestos claves en el gobierno, como el que hace poco ejercía de ministro de petróleo, Tarek El Aissami.
Venezuela
Vuelos clandestinos operados por IRGC han partido con regularidad desde Caracas a varios puntos del continente “trasportando personal, dinero en efectivo, documentación, equipos de comunicación y armas para células en formación entre comunidades musulmanas”, según un exoficial argentino de Inteligencia, quien coordinaba operaciones antiterroristas bajo anteriores gobiernos y habló con DIARIO LAS AMERICAS en condición de anonimato. Ataques terroristas contra EEUU podrían realizarse, si el conflicto en Oriente medio llegara a un enfrentamiento directo con Irán, según el Dr. Ellis.
La frontera sur
El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, informa que 169 individuos en listas de seguimiento terrorista han sido interceptados cruzando la frontera con México este año, comparado a cero en 2019. Congresistas republicanos han pedido explicaciones al director del Departamento de Seguridad Nacional. Pero ahí también parece haber simpatizantes de Hamás. “Fuck Israel…estén listos para su derrumbe porque los palestinos están listos para su libertad”, escribió una empleada de DHS, Nejwa Ali, en su cuenta Facebook días después del 7 de octubre. Ali ha sido puesta en licencia, según voceros de ese departamento.
Martín Arostegui