Pese a los crecientes riesgos en la frontera entre México y Estados Unidos, organizaciones civiles alertan que aumentan los casos de migrantes desesperados, sobre todo familias, que cruzan ante las fallas de la aplicación CBP One para solicitar asilo a las autoridades estadounidenses.
La crisis la ilustra el norteño estado de Baja California, donde dos situaciones en las que familias de migrantes estuvieron en peligro preocuparon a las autoridades y los activistas en la última semana.
Un informe compartido por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California señala que un grupo de cinco migrantes de nacionalidad peruana y colombiana, entre ellos un menor de edad, fueron abandonados por un “coyote” (traficante de personas) el 18 de julio mientras los guiaba por La Rumorosa, un poblado al este de Tijuana con una montaña rocosa y de difícil acceso.
En el informe se detalla que los migrantes se comunicaron al número de emergencia 911 y tras más de 15 horas de búsqueda, miembros del Grupo Beta de Tijuana y del INM los localizaron con vida, aunque desgastados física y mentalmente.
Cinco días después, el 23 del mismo mes, miembros del INM identificaron a otro numeroso grupo de migrantes que estaba intentando cruzar hacia Estados Unidos en una zona ubicada a un kilómetro del puerto fronterizo El Chaparral.
Las autoridades migratorias informaron que, durante las detenciones, una niña de 9 años se desprendió de su madre y se unió a otro grupo que intentó huir del lugar, por lo que inmediatamente compartieron una alerta de búsqueda con las autoridades estadounidenses.
Miembros de la Patrulla Fronteriza de San Diego (EE. UU.) encontraron un día después a la menor de edad y gestionaron la reunificación con su familia, menciona en el informe del INM, aunque sin mayores detalles.
EFE