Matarle el gallo en la mano al régimen es la idea de cualquier plan B. El plan aquí expuesto lo hace, pero, de seguro, pueden existir otras opciones y variantes que lo mejoren.
Se atribuye a Ernest Hemingway, la inteligente frase ”se necesitan dos años para aprender a hablar y setenta para aprender a callar”.
Ya hemos cumplido la edad de callar que estima Ernesto, pero las cosas están lo suficientemente enredadas como para no quedarnos mudos, así que opinaremos sobre una pregunta muy repetida por estos días” Si el TSJ sentencia que la primaria es ilegal y ordena su eliminación cual sería el plan B?”
Hasta ahora hemos escuchado respuestas negando esa posibilidad argumentando decenas de razones, jurídicas, legales y constitucionales, pero lo cierto es que este régimen dictatorial nos ha acostumbrado a que se pasa la Constitución por el forro cuando le da la gana así que el peligro está latente y es real.
En esgrima existe un movimiento llamado coup furré en el que parece que los dos contrincantes se atacan al mismo tiempo pero que en cámara lenta un contendor ataca y el otro le desvía el arma y simultáneamente contra ataca al agresor,
En nuestra opinión algo así debemos hacer. Hay que ejecutar una solución no esperada un “out the box” (fuera de lo convencional) que exponemos de seguida.
1-Si el TSJ declara la primaria ilegal y amenaza con cárcel a los del CNP, se debe acatar la decisión y “desmantelar” al CNP.
2- Pero por esos mismos días se crea la CCC comisión de consulta ciudadana cuya misión es preguntarles a los potenciales votantes quien quieren los represente en las elecciones para presidente. Los miembros son los mismos que forman el CNP y las juntas regionales. Todo sigue parecido a lo que se ha hecho.
3-Se adecúan los sistemas de computación para el nuevo objetivo y se le añade la modalidad del voto totalmente electrónico
4-Todos los ciudadanos en Venezuela se inscribirán en el sistema de forma similar como lo hicieron sus paisanos en el exterior y se da un plazo de 3 o 4 meses para que eso se realice.
5-la votación o respuesta a la consulta se hace mediante selección electrónica y no requiere de logística ni de mesas, ni cuadernos, ni cajas ni personas.
Matarle el gallo en la mano al régimen es la idea de cualquier plan B. El plan aquí expuesto lo hace, pero, de seguro, pueden existir otras opciones y variantes que lo mejoren.