La dramática caída de la producción de crudo de Venezuela —que bajó a niveles vistos por última vez a mediados de la década de 1940— está obligando al Gobierno de Nicolás Maduro a buscar alternativas para revitalizar la economía nacional. Ahora, la apuesta es empezar a explotar los vastos depósitos de gas natural con los que cuenta el país (la segunda mayor reserva del hemisferio occidental), aunque eso plantea la titánica tarea de atraer grandes inversiones a una nación jaqueada por sanciones económicas.
Venezuela alberga las segundas mayores reservas de gas natural en el hemisferio occidental, a tan solo 50 kilómetros de Caracas. A pesar de que nunca ha exportado gas, el país ve en esta posibilidad una salida económica a su situación devastada por la deuda incumplida, la inflación desenfrenada y las sanciones estadounidenses, en medio del deterioro de su industria petrolera.
El presidente Nicolás Maduro está llevando a cabo una estrategia a largo plazo para aprovechar estos vastos depósitos y reactivar la economía del país. El gobierno ha alcanzado un acuerdo con las compañías españolas Repsol SA y la italiana Eni SpA para aumentar la producción de gas en Venezuela y exportar el excedente a Europa, según fuentes cercanas al asunto.
Además, funcionarios gubernamentales se reunieron recientemente con una empresa en Londres para discutir la posibilidad de certificar los yacimientos de gas venezolanos de acuerdo con estándares internacionales. También se están realizando esfuerzos para construir gasoductos hasta una terminal de exportación en Trinidad y Tobago y encontrar formas de capturar y aprovechar el gas que actualmente se quema o se escapa en fugas, detalla la agencia de noticias Bloomberg
Aunque Eni y Repsol han declinado hacer comentarios y el Ministerio de Petróleo de Venezuela no ha respondido a las solicitudes de comentarios, estas ambiciones tienen sentido económico. Existe una fuerte demanda en Europa para reemplazar los suministros de gas ruso, y Venezuela desperdicia más gas a través de la quema y las fugas que el Reino Unido produce en un año, lo que equivale a aproximadamente mil millones de dólares en combustible anualmente.
Las exportaciones de gas podrían generar valiosos ingresos en dólares para la economía venezolana, que se ha reducido en dos tercios desde 2013 debido al colapso de su moneda. Sin embargo, esta iniciativa enfrentará numerosos desafíos en un país donde las principales empresas energéticas han sufrido expropiaciones millonarias sin compensación, donde las posturas antidemocráticas del gobierno han resultado en severas sanciones y donde la infraestructura necesita mejoras significativas.
Según el grupo de investigación energética IPD Latin America, se requeriría una inversión de alrededor de 500 millones de dólares solo para iniciar las exportaciones de gas. “Dadas las complejidades políticas y los riesgos involucrados, las negociaciones serán un desafío único”, señaló David Voght, director general de IPD Latin America.
Aunque Maduro muestra poco interés en hacer concesiones políticas que puedan reducir las sanciones, funcionarios de la Unión Europea han expresado su apoyo a las ambiciones de Venezuela, en parte debido a los beneficios medioambientales de poner fin a la quema y las emisiones de gas.
Los Estados Unidos han dado su aprobación para que Trinidad y Tobago inicien conversaciones con Maduro sobre un acuerdo de exportación de gas natural en alta mar, con el objetivo de aumentar la seguridad energética en el Caribe. Dado que la mayoría de las empresas occidentales de petróleo y gas no firmarían un acuerdo con Venezuela sin garantías de que no serán sancionadas, la Administración Biden podría estar dispuesta a dar su aprobación para contribuir a garantizar la seguridad energética en Europa.
La legislación venezolana permite que las empresas extranjeras de gas operen de forma independiente en el país, lo que resulta más atractivo que la industria petrolera, que exige asociaciones con empresas estatales.
Aunque existen oportunidades para que Venezuela aumente sus suministros de gas, el país necesitará encontrar inversionistas dispuestos a comprometerse para lograr avances significativos en la exportación de gas. A pesar de las enormes reservas de gas en Venezuela, las autoridades están en conversaciones con la empresa Geoex MCG, con sede en Londres, para mapear los yacimientos de gas y certificar su potencial. La idea es poner estos datos a disposición de los posibles productores a partir del próximo año.
Reuters y Agencias