La anexión de otras cuatro provincias ucranianas y el incendiario discurso de Vladímir Putin anunciándola han quebrado el complejo entramado de alianzas que Rusia había logrado desde el inicio de la invasión a principios de año. En una tensa votación de condena mantenida en la noche del viernes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York, las potencias más cercanas al Kremlin, China e India, se abstuvieron, de forma sorprendente, como también hizo Brasil, cuyo presidente hasta se reunió con Putin en Moscú cuando la invasión era inminente.
Los promotores de la resolución eran Estados Unidos y Albania, que es miembro temporal del Consejo. Este toma resoluciones vinculantes, pero los cinco miembros con asiento permanente –Rusia, EE.UU., China, Francia y Reino Unido– tienen poder de veto sobre cualquier resolución. A los países mencionados se les unen en el Consejo, de turno: Brasil, Gabon, Gana, India, Irlanda, Kenia, México, Noruega y Emiratos .
Régimen aislado
México, aliado de Rusia, votó a favor de la resolución de EE.UU., por lo que el régimen de Putin quedó solo. Aun así, al tener poder de veto, pudo impedir que se aprobara la resolución de condena en su contra. Esta hubiera declarado que los referendos celebrados en Ucrania son inválidos, como la anexión, a efectos de organismos internacionales.
El embajador chino, Geng Shuang, dijo en su intervención que su país se opone a romper la soberanía y la integridad territorial de otras naciones. «Deben ponerse sobre la mesa todas las opciones viables para lograr un pronto alto el fuego y cualquier acción del Consejo debe tener como objetivo aliviar la situación en lugar de exacerbar la confrontación», dijo, un día después del discurso de Putin en que acusó a los aliados de Ucrania de complot satánico.
ABC