El pasado viernes tuve la oportunidad de ver una entrevista que le hiciera Miguel Ángel Rodríguez a Benjamín Rausseo mejor conocido como el Conde del Guácharo, debo confesar que nunca le había prestado atención al personaje desde el punto de vista político, e inclusive, tampoco como humorista, lo cual es un pecado, dada su calidad y aceptación del público. Lo cierto es, que percibí un potencial candidato apto para grandes responsabilidades. Los tópicos que se trataron en la plática que más me llamaron la atención fueron los siguientes:
Respecto a la economía, el Conde opinó en términos muy serios, que la percepción que existe una suerte de oxigeno, se debe a causas económicas inorgánicas por un aumento en el intercambio de bienes y servicios, pero nada que ver con el sector productivo de la economía, el poco emprendimiento que se ha generado se debe a esfuerzos propios, a la venta de propiedades de los autores para invertir, ya que el crédito bancario es casi inexistente, y se requiere con urgencia de una política financiera que pase, entre otras cosas no menos importantes, por disminuir el encaje legal para aumentar la capacidad de la banca en términos de cartera de créditos. Es bien sabido que el crédito bancario industrial es una de las más fuertes “enzimas catalizadores” de la economía productiva. Asimismo, asevero que el mejor escenario para el crecimiento económico, es aquel donde las leyes del mercado rijan el acontecer, contar con un país de propietarios, donde el empresario, emprendedor y trabajador tengan oportunidades de surgir, fortaleciendo la clase media y por ende la sociedad.
Otro tema que se toco fue el electoral, donde el entrevistado reconoce que existe un fuerte desanimo de la gente respecto al voto, siendo muy negativo, ya que en las actuales circunstancias, el voto es la única herramienta para lograr los cambios que se necesitan. En este aspecto, yo agrego, que un sector de la oposición ha venido desde hace mucho tiempo planteando que la vía electoral es infructuosa por las razones bien conocidas, y como alternativa al voto proponen la fuerza como solución al drama político venezolano, en este punto siempre les formulo la siguiente pregunta: ¿Ustedes cuentan con una estructura bélica propia, alquilada o prestada?, si la respuesta es no, entonces la recomendación es dejar de hablar “paja” y acariciar la idea de la solución electoral, y si no participan, pues que dejen de “fuñir”, término que sustituye lo que en verdad me hubiese gustado expresar.
Opina el entrevistado, que el mencionado desanimo de la gente hacia el voto, desemboca en que si uno no vota, alguien lo hace por uno. El gobierno ha venido haciendo eficientemente su trabajo en desanimar a los afectos a la oposición respecto al voto, pero como el disminuido mercado electoral oficial si participa votando, entonces el resultado es que siempre ganan, y ganan en buena lid definitivamente, y a “llorar al valle”, que si me trampearon que si esto y que lo otro. Mi opinión es que la oposición ha cometido un error garrafal e histórico de consecuencias dramáticas para el país y para la democracia, con esa absurda e imbécil estrategia de la abstención electoral.
Siguiendo con el tema electoral, el Conde cree que existen muchos candidatos y pocos planes de reconstrucción nacional. En este punto discerní, en realidad siento que es bueno que haya muchos candidatos, que todos participen en unas primarias, que nadie se sienta excluido o aventajado, pero eso sí, los que pierdan no pueden “tirar la toalla”, deben seguir trabajando duro para el que gano. Para quienes lo hagan, sería un gesto de gallardía y grandeza, de la cual ya no estamos acostumbrados, pero que hace mucha falta e indiscutiblemente seria una oportunidad para enaltecer la política y los políticos de esta generación. Respecto a los planes, si comparto su aseveración, considero se requiere un documento consensuado a todo nivel, que contemple la visión del país que queremos, con los objetivos estratégicos derivados de esa visión y apoyados en objetivos específicos soportados en planes operativos y un conjunto de indicadores para ir midiendo y monitoreando la gestión. Todo ello para los sectores políticos, económicos, sociales y científicos, que enrumben de una buena vez a la sociedad venezolana por el sendero del éxito y la prosperidad en función de los importantes recursos con los que todavía se cuenta.
Es lamentable que profesionales exitosos como Dr. Rausseo, no tengan la oportunidad de dirigir este país, seguramente, lo harían mejor que muchos de los que hemos conocido. Finalizo con unas palabras que pronuncio respecto a la diáspora, las cuales me conmovieron, “La gente se fue y se llevo el cuerpo pero su corazón quedo en Venezuela”.
Alberto Barboza
Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad
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