Rusia anunció que su nueva doctrina naval se centra en la idea de que los Estados Unidos son su mayor amenaza global. Y que para contrarrestar esa amenaza planea crear bases militares en múltiples puntos del globo.
La intención del régimen de Vladimir Putin es inaugurar bases militares en el mar Mediterráneo, la región de Asia-Pacífico, el océano Índico y el golfo Pérsico.
Moscú ve como el «principal riesgo» para su Armada la falta de suficientes bases fuera de sus fronteras que puedan recibir y abastecer a sus buques y realizar labores de reparación y mantenimiento técnico.
En EE.UU. ven con preocupación los pasos que Rusia toma en el conflicto. Hace algunas horas, la embajadora ante Naciones Unidas afirmó que ya no debería haber duda de que Rusia tiene la intención de desmantelar Ucrania «y disolverla del mapa mundial por completo».
Linda Thomas-Greenfield dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Washington está observando cada vez más indicios de que Rusia está sentando las bases para tratar de anexionarse las provincias de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, y las regiones de Jersón y Zaporiyia, en el sur, con políticos controlados por Moscú que impulsen falsos referéndums.