Ucrania demuestra con imágenes de dron la estrategia de Rusia de atacar los campos de trigo para provocar una hambruna global

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Ucrania es uno de los principales productores de trigo del mundo, sin embargo, sus exportaciones han caído un 40% desde el inicio de la guerra.

Rusia está incendiando intencionadamente los campos de cultivo ucranianos, especialmente de trigo, como parte de su estrategia para fomentar una hambruna global como arma de guerra.

Las autoridades en zonas como Jersón y Donetsk han acusado al ejército ruso de utilizar armamento incendiario para destruir la riqueza agrícola del país, y se han servido de imágenes grabadas por dron para denunciarlo.

«Los campos están en llamas aquí. Fuimos testigos de cómo los rusos lanzaban munición incendiaria», dijo Ihor Lutsenko, miembro de las fuerzas armadas ucranianas, a la CNN.

Según informan funcionarios y los servicios de emergencia, ya han ardido cientos de hectáreas de trigo y cebada. La policía, en concreto en Jersón, ha abierto un proceso penal por esta destrucción intencionada de tierras de cultivo, y el ministerio de Defensa advirtió que «no es el trigo ucraniano el que está en llamas, es la seguridad alimentaria del mundo».

Récord mundial de trigo
Este uso selectivo de material incendiario responde a la estrategia rusa de atacar económicamente a su rival. Ucrania es uno de los principales productores de trigo del mundo, sin embargo, sus exportaciones han caído un 40% desde el inicio de la guerra.

Rusia y Ucrania suministran el 28% del mercado mundial de trigo . El coste de los alimentos en algunas de las regiones más pobres del mundo se ha disparado desde el inicio de la invasión, según un estudio de Alianza por la Solidaridad-ActionAid.

La ONU ya ha alertado sobre un nuevo récord mundial de hambre. A los efectos negativos del cambio climático en muchas partes del planeta se ha unido los últimos años la pandemia de Covid-19, que ha supuesto dificultades para la producción agrícola y de comida procesada y con ruptura de las cadenas de suministros.

A pesar de las conversaciones que están teniendo lugar en Turquía entre delegaciones de los dos países, los puertos en el mar Negro siguen cerrados a causa de la guerra.