La presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, es tajante: “El periodo en el que la economía ha podido vivir de las reservas se ha terminado. Ya en el segundo trimestre o principios del tercero entraremos en una etapa de transformación estructural”, ha advertido la economista este lunes durante una reunión de la Duma Estatal.
Aseguran que exportaciones se incrementaron en 182% entre 2021 y 2022
Nabiúllina ha advertido a los políticos de que a partir de ese momento las empresas tendrán que buscar “nuevos modelos de negocios” y se producirá “un aumento de la inflación por encima de la meta”. “Nuestra economía está entrando en un periodo difícil por los cambios estructurales asociados a las sanciones. Estas afectaron a los mercados financieros, pero a partir de ahora empezarán a perjudicar cada vez más a los sectores de la economía real”, ha agregado ante los diferentes comités de la cámara baja que se reunieron este lunes.
Según el banco central ruso, los dos problemas claves serán la carestía de productos de fuera y la dificultad para exportar al extranjero. “Los principales problemas no estarán tan asociados a las sanciones a las entidades financieras, como a las restricciones a la importación y, en el futuro, a las exportaciones de productos rusos”, ha añadido.
Las sanciones introducidas por occidente nada más ordenar Vladímir Putin la guerra han disparado hasta casi el 20% la tasa de inflación interanual rusa en marzo. Según estimaba el Gobierno ruso antes de comenzar la ofensiva sobre Ucrania, la sustitución de las importaciones había alcanzado una cuota del 80% en las áreas críticas de la economía.
La presidenta del banco central ha advertido a la población de que no tomará medidas para controlar los precios. “No intentaremos reducirla [la inflación] de ninguna manera porque impediría que las empresas se adapten. Restaurar ahora el suministro de componentes importados es más difícil y costoso, y eso afecta inevitablemente al precio del producto final”, ha explicado.
Nabiúllina ha admitido también que Rusia solo dispone de la mitad de las reservas en divisas extranjeras con las que contaba el país antes de ser congeladas por occidente, y estas no le son muy útiles. «Se trata de oro y yuanes, lo que no permite gestionar de forma operativa nuestra moneda en el mercado interno», ha subrayado.
El País.