La fiesta dada en el Tepuy Kusari la pasada semana con saña destructiva de los recursos naturales de la zona del Parque Nacional Salto Ángel, ganó la apuesta de los invitados,Osmel Sousa, Aura Marina Hernández, represente por varios años de una elegante firma parisina de cosméticos en nuestro país,de Titina Penzini, diseñadora de pulseras y demás elementos femeninos y de otros conspicuos invitados del cumpleañero Francisco Oliveros, el oferente.
Reunidos en lo alto del tepuy, le dieron un duro golpe a buena parte de los patrones culturales de la cosmogonía indígena del pueblo pemón, manifestada claramente a través de un comunicado difundido desde el pasado 8 del presente, pocos días después del festejo realizado el 4 de este mes.
Olivares, desde sus primeros años, se arraigó en Margarita, cuando sus padres,Juan Francisco Oliveros y Nelly Rousseau, llegados desde Carúpano, se asentaron en las azules y quietas aguas de Playa El Agua. Creció, sacándole provecho a las marinas olas que circundan su complejo llamado Miramar, zona aledaña a la vivienda de su infancia y ahora, balneario y sitio obligado de visitantes. Playa el Agua, en aquel momento de 50 años atràs, contaba pocas casas y cuyos moradores, recogían temprano el olor de mar para amanecer con el mismo, impregnado en cada poro de piel quemada por el Sol.
El turismo, actividad con crecimiento importante pospandemia, le ha permitido a Oliveros, incursionar en otras. Nos referimos al turismo de la Gran Sabana, cuya extensión territorial, ocupa un tercio nacional.Allá, gerencia el Campamento Canaima cuyas actividades han destruido parte de los territorios del pueblo pemón y de la visión cosmogónica de la propiedad ancestral de esta etnia, donde distinguen y separan el Hábitat Indígena, la Tierra indígena, el pueblo y la comunidad indígena.
Existen varias posiciones sobre el poblamiento del Continente Americano cuyos primeros habitantes,desde África llegaron por el Estrecho de Bering y se dispersaron desde América del Norte hasta la Patagonia, algunos estiman que aquella etapa puede entenderse que ocurrió gentre 10 y 20 mil años atrás.
Se tiene también que aquellos primeros poblamientos mostraron al principio un fuerte nomadismo y destacaron por sus condiciones de navegantes en el Orinoco y otros ríos caudalosos como el Caroní. El nomadismo, movilizó etnias desde distintos puntos de la geografía nacional y ocuparon, logrado el sedentarismo, la zona territorial que define la región nororiental del país.
Si esto, se tiene como demostración científica, la comunidad pemon reunida el pasado 8 en la zona, señaló que sus tierras ancestrales y hábitat han sido vulnerados por estos visitantes quienes utilizan helicópteros para movilizar hasta los materiales de construcción amén de pasajeros en ese proceso turístico devastador al que ha sido sometido las tierras sagradas de sus antepasados. Según se lee en el documento aprobado en la mencionada reunión, con fecha 8.
Asimismo, afirmaron que sus derechos humanos, se implican en estas destrucciones y por lo tanto,son irrespetados.
La reunión cuestionó la presencia de helicópteros y exigió que no regresaran a la zona.Los helicópteros, pensamos cargaron, durante la construcción la lámpara de cristal de bacará, que torpemente, mostraba Osmel Sousa en un video, al tiempo que señalaba que había que ir al campamento con dinero. Una triste grabación que para algunos, fue premeditada. Sousa, sumó rechazo a su deplorable conducta.
La selva con lámparas de bacará, suena altisonante. Ciertamente Sousa, reza un artículo de un familiar desde Miami, es torpe. Fue lo mostrado en esos videos al no tomar en cuenta, como tampoco parece importarle, la crisis humanitaria que sacude a esas poblaciones y a la nacional en términos generales.
Rápidamente salió al paso, en las primeras imágenes difundidas, la doctora Susana Rafalli, quien más allá de su larga experiencia en investigaciones sobre desnutrición infantil y cuyos resultados son preocupantes, declaró sobre esta vulnerabilidad, que pudo ser atendida en parte como programa de responsabilidad social en medio de la extravagancia celebrada.
Sousa, dijo que nació en Cuba y está nacionalizado. Hubo cierta sensación de innecesaria la respuesta y lució en tal sentido, querer deslastrarse de los cuestionamientos recibidos. Nació en Rodas, un pueblo donde la miseria reina en cristales enlodados en el barrial y son distintos a los de bacará, que se mece en el Kusari de día y de noche. Sousa, según el artículo de Alonso, durmió dada su miseria, en las calles de Caracas hasta convertirse en zar de la belleza que lo catapulto a la fama. Sousa, desagrada por sus vahos de absurdidad y resultan cuestionables sus discursos carentes de sentido común.
Destruyó el concurso de Miss Venezuela, de donde salió un grupo de jóvenes que dieron lustre a las pasarelas internacionales. Su conducta dentro de la institución, fue motivo de escándalos y algunas de las participantes lo denunciaron por abusos contra principios y valores éticos. No pudo comprobar la incerteza de las acusaciones. Sousa, quedó muy mal parado y aumentò su controversial personalidad.
Cristina Burelli, Presidenta de la ONG SOSOrinoco, habló de la situación de vulnerabilidad de la zona, causada por la minería ilegal que al devastar extensos espacios, asegura la condenación absoluta para su recuperación.Igualmente, refirió otras consecuencias preocupantes por la concentración de mercurio en las poblaciones indígenas resultado de la minería ilegal que genera graves consecuencias a la salud.
La situación se torna sumamente difícil, no existen indicios de cambios en el gobierno nacional frente a un problema con serias complejidades.
@eneidavalerio