En las calles de Ucrania la gente camina en medio del temor que supondría un conflicto armado con Rusia, a la tensión se le suman falsas amenazas de bomba que se han diseminado a través de sitios de internet anónimos. Son más de tres mil paginas web que la policía ha revisado en lo que lleva del año, lo que ha ocasionado un colapso moral de la población civil.
La tensión en el país aumenta minuto a minuto. El clima es gélido. La temperatura al aire libre desciende. Los rostros de hombres, mujeres y niños que caminan por las calles reflejan angustia y tensión.
La guerra psicológica libra batallas y hace estragos en la convivencia de los ciudadanos. El miedo a la guerra se ha infiltrado en muchas conciencias, modifica comportamientos diarios y provoca sentimientos que en las calles de Kiev están a flor de piel. Aqui algunos:
Lolita, 24 años:
«Da miedo. Los padres están especialmente asustados. No saben cuál será la situación. El tipo de cambio del dólar está subiendo, los precios son cada vez más altos. Las personas mayores han empezado a sentir pánico. Y mis amigos y yo estamos pensando en irnos a Europa durante un tiempo y esperar allí».
Oleh, 49 años:
«Esto afecta a todos los ucranianos. Algunos han empezado a recoger comida, otros están limpiando sus armas y preparándose para un ataque. Hay mucha información al respecto en los medios de comunicación. Todo el mundo conoce esta amenaza».
Andriy, 41 años:
«La mayoría de la gente en Ucrania está preparada para lo que pueda pasar. No se trataría de un conflicto, sino de una verdadera guerra. Y creo que los ucranianos están preparados para ello».
El miedo a una guerra nuclear provocó toda una industria durante la guerra fría.
Ahora el temor a una incursión rusa que desencadene un conflicto imparable en cadena es algo presente en la sociedad ucraniana, que mientras dure la escenificación de la amenaza, se mantiene en vilo.
Con las negociaciones estancadas y ejercicios militares rusos muy cerca de la frontera, los ciudadanos no esconden su angustia mientras continúan con su rutina. Algunos turistas están desesperados de salir de Ucrania pero sus vuelos han sido cancelados.