Maduro rehabilita a Capriles y varios dirigentes de PJ para que participen su su «farsa electoral» del 25 de mayo

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El partido Primero Justicia (PJ) decidió expulsar al 2 veces excandidato presidencial Henrique Capriles tras conocerse que será candidato a las elecciones de fachada que organiza el dictador Maduro para buscar legitimidad luego de estafar los comicios de las presidenciales del 28 de julio pasado ante el triunfo arrasador de Edmundo González.

Para que Capriles pudiera encabezar la lista de dirigentes críticos con la líder opositora María Corina Machado fue necesario que previamente Nicolás Maduro decidiera suspender su inhabilitación y la de Tomás Guanipa, su mano derecha. Ambas medidas fueron realizadas de forma exprés.

Capriles y otros renombrados dirigentes de la oposición manipulada por Maduro se repartirán los escaños de la Asamblea Nacional y 24 gobernaciones.

“PJ rechaza las negociaciones con la dictadura que habilitaron a Capriles y a Guanipa y les otorgaron una nueva tarjeta electoral, traicionando la unidad y el mandato popular. Resulta especialmente indignante y escandaloso que hayan sido beneficiados mientras los partidos legítimos del país siguen judicializados y secuestrados por el poder. Todo esto ocurre mientras hay presos políticos, compañeros de partido perseguidos, torturados, en la clandestinidad o en el exilio por pensar distinto”, añadió el partido en un comunicado.

Otros expulsados son los dirigentes Amelia Belisario, Ángel Medina, Pablo Pérez y Juan Requesens.

Todos ellos forman parte de un sector minoritario de la oposición democrática venezolana que ha decidido hacer la guerra por su cuenta con una nueva alianza política, pese a la decisión de la dirigencia opositora de abstenerse tras el mega fraude presidencial del año pasado. A la cabeza, están Capriles y el gobernador Manuel Rosales, líder de Un Nuevo Tiempo (UNT), los principales derrotados en las primarias celebradas en 2023 por la oposición. Rosales ha vuelto a presentar su candidatura para la gobernación del estado de Zulia.

Poco le ha importado a Maduro que Capriles estuviera inhabilitado por la Contraloría hasta 2032, a lo que se sumó posteriormente una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia. Tampoco que no se tuvieran que inventar un partido a última hora, llamado Unión y Cambio, para que el poder les otorgara una tarjeta electoral.

“Lo más fácil sería no hacer nada, quedarse de brazos cruzados. Aquí no se trata de ser conservadores o pasar agachados, todo lo contrario: los venezolanos debemos ser los grandes protagonistas del rescate de la democracia”, anunció Capriles a través de un audio de WhatsApp.

El también excandidato presidencial encabeza como número 1 la lista nacional de la alianza a la Asamblea Nacional, por delante de Luis Emilio Rondón, vicepresidente de UNT; Stalin González, habitual negociador con el gobierno; Tomas Guanipa; Henri Falcón, candidato presidencial derrotado en las elecciones fraudulentas de 2018 y otra serie de dirigentes. La mayoría de ellos son conocidos por sus posturas críticas con Machado y por su ánimo conciliador con la revolución.

“Veo al país muy claro frente a esa convocatoria. No estamos dispuestos a pasar página y normalizar todo en Venezuela, que es lo que busca Nicolás Maduro, quien se robó el resultado del 28J. A partir de ese día el voto, como ejercicio de la soberanía nacional, fue confiscado e inhabilitado”, criticó Juan Pablo Guanipa, hermano del expulsado Tomás y uno de los dirigentes de la Plataforma Unitaria más cercano a Machado.

De esta forma se oficializa la ruptura en el seno de la oposición democrática, pese a que la mayoría de estos dirigentes llevaban meses sin participar en la lucha contra la dictadura.

Los dirigentes de la Plataforma Unitaria están en su mayoría encarcelados, en la clandestinidad o huidos del país, algo que no ocurre con quienes ahora se presentan a las elecciones de mayo.

Otras candidaturas que comparecerán a las urnas, además de las oficialistas y de sus satélites, son las conformadas por dirigentes colaboracionistas, del grupo parlamentario financiado en su día por Alex Saab, magnate colombiano al frente del Ministerio de Industria, y de quienes se mantienen en primera línea política de la mano del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

“El chavismo habilita y permite la candidatura de Capriles porque no lo considera una amenaza para su permanencia en el poder. No lo habilitan porque se oponga o porque sea el inicio de una ´liberalización´ que restaure derechos progresivamente; lo habilitan porque lo consideran funcional a la estrategia chavista que persigue tres objetivos claros: promover la participación, dividir a la oposición y pasar la página del fraude del 28 de julio. Capriles es hoy la disidencia controlada del chavismo, un simple tonto útil en el juego del chavismo”, explicó el politólogo Enderson Sequera.

En la actual Asamblea Nacional, el Gran Polo Patriótico chavista mantiene 256 de 277 escaños, obtenidos tras las elecciones fraudulentas de 2020. El resto, 21 diputados, se los reparten un disidente revolucionario y 20 dirigentes de la Alianza Democrática, que reúne a los falsos opositores manejados por el poder.

Al ser número uno de su lista, Capriles tiene garantizado un puesto en el nuevo Parlamento.