Régimen de Maduro culpa al «lobby del extremismo venezolano» por el finiquito de la licencia de Chevrón

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La vicepresidenta ejecutiva del régimen chavista, Delcy Rodríguez, culpó este martes al «lobby del extremismo venezolano» por la decisión del presidente Donald Trump de poner fin de la licencia a la petrolera estadounidense Chevron, que le permitía exportar crudo de Venezuela.

«El nuevo Gobierno de los EE.UU. ha sucumbido a la presión de sectores opositores fracasados y derrotados de Venezuela, al sancionar definitivamente a la empresa estadounidense Chevron», afirmó Rodríguez a través de un comunicado.

Asimismo, resaltó que Chevron «tiene más de cien años operando campos petroleros en Venezuela», pero -agregó- «hoy gracias al lobby del extremismo venezolano ha sido apartada de sus operaciones en el país».

«Ni en el pasado ni ahora los mismos opositores fracasados y derrotados podrán hacerle daño a nuestro país. Una gran conciencia y unión nacional seguirá marcando el camino de la recuperación económica con justicia social», aseguró Rodríguez.

En este sentido, la funcionaria manifestó que Nicolás Maduro «ha ordenado la activación del Plan Independencia Productiva Absoluta», con el propósito -explicó- de que la industria de hidrocarburos y la economía del país «siga su recuperación estable y diversificada».

La también titular de Hidrocarburos reiteró que con esta decisión, el Gobierno de Donald Trump se «está autoinflingiendo un perjuicio, al causar incremento en el precio de los combustibles y afectando la seguridad jurídica de las inversiones de sus empresas en el extranjero», lo que, a su juicio, pone en «entredicho la supuesta y engañosa libertad económica».

Chevron solo tendrá un mes, en lugar del habitual periodo de seis meses que suele otorgarse en estos casos, para cesar sus operaciones en Venezuela, según una actualización de la licencia que EE.UU. concedió a la empresa en 2022 y que fue publicada este martes por el Departamento del Tesoro.

A finales de febrero, Trump ya había anunciado que pondría fin a las licencias para la exportación de petróleo de Venezuela, criticando al «régimen» de Maduro por no haber acelerado las deportaciones de migrantes indocumentados en EE.UU. al «ritmo rápido» que Washington esperaba.

Chevron estaba operando en Venezuela gracias a una licencia que el Gobierno de Joe Biden (2021-2025) otorgó a la compañía en noviembre de 2022 para que pudiera aumentar su producción en Venezuela.

En ese momento, la Administración de Biden autorizó las exportaciones de petróleo con la esperanza de conseguir garantías para las elecciones que Venezuela celebró en julio del año pasado y en las que Maduro se proclamó ganador, aunque muchos países -incluido Estados Unidos- consideran que el vencedor fue el opositor Edmundo González Urrutia.

La salida de Chevron supone un revés económico para Venezuela, ya que la petrolera estadounidense había contribuido a la reactivación de la producción petrolera venezolana, que en enero de este año superó por primera vez el millón de barriles por día (bpd) desde junio de 2019, según cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Chevron es la única gran petrolera estadounidense que opera en Venezuela. En asociación con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), alcanzó una producción de más de 200.000 barriles diarios en 2024, de acuerdo con datos del Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU. (CRS, por sus siglas en inglés), un organismo de análisis independiente.

EFE