José Guerra: El Plan Maduro 2025

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El objetivo del Plan de Maduro es que la votación en las elecciones del 27 de abril de este año sea mínima, porque de esa manera la inercia haría que el PSUV siendo minoría absoluta se transforme en mayoría relativa. Hay una ley bien establecida en la matemática electoral venezolana que reza así: a mayor participación electoral en una elección, menor la posibilidad del PSUV de ganar esa elección.

Sin embargo, las condiciones políticas bajo las cuales se convocaron las elecciones de abril son muy difíciles, principalmente porque Edmundo González ganó la elección presidencial del 28 de julio de 2024 y por ello el pueblo percibe que le confiscaron su voto. El pueblo venezolano vive una especie de duelo y este estado sicológico influye sobre la forma de apreciar la situación política. Aún sin publicar los resultados de la elección presidencial, Maduro vuelve a jugar adelantado convocando anticipadamente los comicios para gobernadores y diputados a la Asamblea Nacional, en un contexto de proscripción de los partidos de oposición que concentran más del 95% del voto contestatario, con centenares de presos políticos y con una base de testigos electorales que fue severamente golpeada por la represión y si ello no bastara, con un CNE desprestigiado que actúa como franquicia del PSUV. Eso no es cualquier cosa, de allí que la primera reacción sea la no participación en esas condiciones. Exactamente lo que más desea Maduro. Una dictadura jamás va a facilitar su derrota, por ello hay que luchar para derrotarla aún en la mayor adversidad.


Para adoptar una decisión política es esencial conocer las llamadas condiciones objetivas y la correlación de fuerzas. De acuerdo con las primeras, la crisis económica ha disminuido el apoyo del 30% que Maduro obtuvo en la elección del 28J. Igualmente, la inmensa mayoría de los sectores políticos sabe que hubo un fraude y por ello el rechazo a Maduro se ha incrementado. En el seno PSUV la procesión va por dentro y ese partido se mantiene aparentemente unido, a base de persecución. Lo mismo sucede en las instituciones militares y policiales.

La vertiente PUD-María Corina Machado-Edmundo González ha hecho una labor titánica para mantenerse unida y coherente, pero tras más de cinco meses del triunfo sin haber materializado la victoria, los hechos empiezan a pasar factura en término de agotamiento y expectativas no cumplidas, con la circunstancia que María Corina y cuadros fundamentales pasaron a la clandestinidad y desde allí es altamente complicado hacer política. También lo es para quienes están en Venezuela y pueden moverse con restricciones. El apoyo esperado del gobierno de EEUU no ha sido tal debido a las prioridades de su política interna y externa. Allí están los hechos.


La experiencia en Venezuela con la abstención no ha sido afortunada y con la participación se han logrado triunfos que han puesto en aprietos al régimen como los casos de la elección parlamentaria de diciembre de 2015 y la presidencial del 28 de julio de 2024, que aunque no permitieron completar la faena, desnudaron al régimen de Maduro. Defender el triunfo del 28J es vital, el tema es cómo hacerlo de forma real, no declarativa.¡Únete al club ahora! Suscríbete al boletín más importante de Venezuela

Usemos el siguiente experimento para evaluar qué puede resultar más eficaz para abril de 2025. Supongamos en primer lugar que los factores ampliamente mayoritarios de la oposición convocan a un boicot electoral o que, en segundo lugar, llamen a votar. En el primer caso el resultado es trivial: Maduro ganaría todas las gobernaciones y al menos 95% de la Asamblea Nacional. ¿Eso lo legitimaría? Probablemente no, pero lo podría fortalecer. En el segundo caso, de la participación, el resultado no sería 70 a 30 como en las elecciones presidenciales pero es muy posible que se pueda ganar el voto popular, reafirmando otra vez dónde está la mayoría, un buen número de gobernaciones y también la Asamblea Nacional. Ello si se logra obtener las actas porque el gobierno lo trataría de impedir conociendo lo que sucedió el 28J. Así, Maduro saldría significativamente averiado de esa elección y su ilegitimidad quedaría ratificada. Con ello se podría abrir lo que se llama el desenlace o el punto crítico para generar el cambio, se agrandaría el disgusto contra Maduro y los resortes del poder podrían crujir. Es un evento que no existiría si se toma el camino de la abstención pasiva, quedarse en la casa siendo observadores digitales de los hechos. Por ello, está claro el Plan Maduro: incentivar la abstención y dividir a la oposición y para esto último está invirtiendo muchos recursos económicos, con el andamiaje mediático a su servicio.

José Guerra