Jesús Seguías: Ahora le toca a los militares?

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Micro Análisis /

1. El 9 de enero pasado quedó evidenciado que la “rebelión popular” en Venezuela para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro no está en la mente de los venezolanos. Y no es por simple miedo, porque si algo ha demostrado el pueblo opositor venezolano es un coraje pocas veces visto en la historia de Latinoamérica, sino por desconfianza en una ruta insurreccional que sólo ha dejado miles de víctimas y cero resultados en once años consecutivos. CERO. 

2. Ahora le toca el turno a los militares. Cada vez que escuchamos a líderes e influencers opositores venezolanos pedir a militares y policías (dos de los tres componentes que conforman el gobierno) que derroquen a Nicolás Maduro, jefe del tercer componente (el civil), nos están diciendo tres cosas: 

3. En primer lugar, admiten que ya no tienen recursos propios para desplazar al chavismo del poder. Se quedaron sin “balas”. 

4. Dos. Admiten que no tienen (ni nunca lo han tenido) el coraje de construir sus propias fuerzas armadas rebeldes. Desde hace 11 años (2014), y ante el fracaso de sus aventuras irresponsables, han dedicado su mayor esfuerzo a convencer a las familias estadounidenses para que envíen a sus hijos (los “Marines”) a matarse en Venezuela mientras ellos “combaten” con furia desde las redes sociales o en grupos de WhatsApp. Por eso, Trump les perdió el respeto. Y como ya saben que la llegada de los Marines es “realismo mágico”, ahora giran su mirada a los soldados venezolanos. 

5. Y en tercer lugar, con ese llamado a los militares venezolanos, admiten asombrosamente que, luego del fracaso de las sanciones internacionales, de las sangrientas rebeliones civiles, del llamado a los “Marines”, el cambio en Venezuela pasa ahora por el gobierno cívico-militar-policial, más no contra ellos. Por fin lo entendieron. 

6. Pero todavía queda una duda ¿resulta que ahora, con ese llamado a los militares, todo el destino de Venezuela está en manos de los mismos que han sido acusados por los convocantes (y de paso poniendo precios a sus cabezas) de “narco-gobierno”, “corporación criminal”, de “tiranía comunista”, de “asesinos y torturadores” y un largo etcétera? ¿O todo esto quiere decir que esas acusaciones eran simples e irresponsables travesuras políticas contra los militares venezolanos y que no eran nada en serio? Son contradicciones fatales. 

17 de Febrero de 2025
@JesusSeguias