El presidente Donald Trump firmó este miércoles la Ley Laken Riley, la primera norma legislativa de su Gobierno, en un acto al que invitó a los padres de la joven asesinada que le da nombre. La ley exige la detención y posible deportación de personas que están en Estados Unidos sin permiso de residencia y que sean acusadas de robo sin violencia y de crímenes violentos incluso antes de que hayan sido condenadas.
«Queremos agradecer al presidente por las promesas que nos hizo: que aseguraría nuestra frontera y no permitiría que Laken sea olvidada», dijo la madre de la joven antes. «Firmamos esto en honor a Laken Riley», dijo Trump al tomar asiento para la rúbrica.
La medida había sido aprobada rápidamente por el Congreso, controlado por los republicanos, con algún apoyo demócrata, a pesar de que los defensores de los derechos de los inmigrantes la habían criticado por ser tan extrema como para posiblemente desencadenar arrestos por delitos como el hurto menor.
Sin embargo, Trump ha hecho de la campaña prometida contra la inmigración irregular —sin precedentes en la historia de la nación— un elemento central de su carrera política y, hoy sugirió que la ley podría ser solo el comienzo.
“Esta horrible atrocidad nunca debió haber sucedido”, dijo, en referencia al asesinato de la estudiante de enfermería de Georgia. “Bajo la nueva ley el Departamento de Seguridad Nacional debe arrestar a los inmigrantes ilegales que cometan crímenes”, agregó.
AP