El líder de la oposición, que prometió investirse como presidente este viernes pero se ausentó por motivos de seguridad, da órdenes al Ejército de Venezuela para que faciliten su llegada al país y una transición hacia la democracia. Acusa a Nicolás Maduro de haber dado un golpe de Estado.
Nicolás Maduro (Caracas, 1962) pasará a ser el líder chavista con más años en el poder tras haber sido investido este viernes como presidente de Venezuela por tercer mandato consecutivo. Maduro supera así a su mentor y antecesor, el fallecido Hugo Chávez.
Al hacerlo sin mostrar las actas electorales, el líder de la oposición, que sí las ha revelado demostrando su victoria en las urnas, Edmundo González Urrutia, no ha dudado en acusar al mandatario chavista de dar un golpe de Estado.
Aunque González prometió en reiteradas ocasiones que acudiría a Venezuela para tomar posesión antes de que lo hiciera Maduro, su regreso aún no se ha producido. El equipo del diplomático apunta a motivos de seguridad. No obstante, él mismo ha publicado un discurso a la Nación a través de sus redes sociales en el que asegura estar preparando su plan para que Venezuela alcance la democracia.
El papel del Ejército en este proceso es clave. Por el momento, los militares son fieles a Nicolás Maduro, según los analistas por los beneficios que obtienen del Cártel de los Soles, la organización criminal que según la CIA el presidente bolivariano lidera y que genera grandes beneficios a la élite chavista procedentes del narcotráfico. Estados Unidos ha aumentado la recompensa por la captura de Maduro y otros mandatarios a 25 millones de dólares, cuatro veces más de lo que la Administración de Contol de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ofrecía por el peligroso narcotraficante mexicano Chapo Guzmán.
Sea como fuere, González Urrutia ejerce ya como jefe de las Fuerzas Armadas y, aunque de momento sea solo de forma simbólica, ha ordenado a los militares que preparen las condiciones necesarias para poder ejercer su presidencia. Un cambio de postura en las filas del Ejército podría suponer la caída del régimen.
Pero la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) venezolana ha reafirmado su lealtad al presidente Maduro mediante un comunicado de su comandante jefe, Vladimir Padrino López, disipando así las esperanzas opositoras de una insurrección. Padrino López ha asegurado que Venezuela se enfrenta a una coalición de «potencias extranjeras», lideradas por Estados Unidos, por lo que, ha insistido, la FANB debe evitar que «poderes» externos «impongan, nuevamente, gobiernos neocoloniales y entreguistas que vulneren los sagrados intereses del pueblo».
La líder opositora de Venezuela, María Corina Machado, ha asegurado tras la jura de Nicolás Maduro que el candidato opositor a la presidencia, Edmundo González Urrutia, no se encuentra en Venezuela. En una declaración televisada, la antichavista ha expresado lo siguiente: «Hoy Maduro consolida un golpe de Estado. Frente a los venezolanos y frente al mundo. Decidieron cruzar la raya roja que oficializa la violación a la Constitución nacional».
EuroNews