Dámaso Jiménez: El limbo del cine venezolano

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El cine nacional venezolano cumplió 127 años este 28 de enero de 2025. Su inicio se remonta al 28 de enero de 1897, cuando se proyectaron las primeras películas en el Teatro Baralt de Maracaibo, marcando el nacimiento del cine en Venezuela.

Ese cine venezolano, que alguna vez fue un pilar fundamental de la cultura y la identidad del país, se encuentra hoy en una situación crítica debido a la profunda crisis política, económica y social provocada por el régimen de Nicolás Maduro. La falta de financiamiento, el colapso institucional y la migración masiva de talento han llevado a una parálisis casi total de la industria cinematográfica nacional, poniendo en riesgo décadas de esfuerzo y creatividad.

Desde los años 70 y 80, el cine venezolano logró consolidarse con producciones de alta calidad, reconocidas internacionalmente por su narrativa, crítica social y originalidad. Películas como El Pez que Fuma (1977), Macu, la Mujer del Policía (1987) y Secuestro Express (2005) marcaron hitos en la cinematografía nacional, reflejando la realidad del país y generando impacto dentro y fuera de sus fronteras. Sin embargo, en la última década, la falta de incentivos, el control estatal sobre la producción y la censura han ahogado la creatividad de los cineastas, reduciendo significativamente la producción de películas independientes y de alto nivel artístico.

A pesar de esta crisis, algunos realizadores han logrado mantener viva la industria a través de coproducciones internacionales y festivales de cine, pero la ausencia de un sistema de apoyo institucional y el éxodo de profesionales del sector han hecho que el cine venezolano esté al borde de la extinción. La censura y la persecución política también han jugado un papel determinante en este declive, obligando a muchos cineastas a exiliarse o limitar sus proyectos a temáticas que no desafíen al régimen.

Recuperar el cine venezolano requerirá un proceso de reconstrucción cultural y democrática, donde la libertad de expresión y el acceso a financiamiento independiente sean garantizados. Mientras tanto, la diáspora y el apoyo de la comunidad internacional juegan un papel clave en preservar la memoria del cine nacional y mantener viva la esperanza de una nueva era para el séptimo arte venezolano.

@damasojimenez