A pesar que la corporación criminal tiene el propósito de juramentar a Maduro por un nuevo período y amenaza con mayor violencia y represión, en Venezuela se ha instalado una decisión de cambio de la que ya no hay vuelta atrás, asegura Antonio de la Cruz, director ejecutivo de Inter América Trends en el primer podcast del 2025 con Dámaso Jiménez.
2 visiones distintas se acercan a esa juramentación, por un lado Maduro militariza el país, ofrece recompensas y muestra una capa falsa de unidad en la instalación del nuevo período de la Asamblea Nacional, y en la otra acera un Edmundo González muestra una enorme confianza ante el reto que le espera, en una gira exitosa por los países con mayor consolidación democratica del continente.
«En el escenario que Maduro se juramente obstaculizando una transición democrática, se activará esa voluntad de cambio, porque una vez que Maduro se coma la luz roja quedará completamente ilegitimado y no tendrá como sostener tanta represión, pero eso digo que el proceso de juramentación podría darse en dos tiempos», indica De la Cruz.
El 10 de enero de 2025 se perfila entonces como un punto de quiebre en la crisis política venezolana, donde las tensiones acumuladas tras la victoria de Edmundo González amenazan con desencadenar una rebelión popular o una escalada de represión armada. La posibilidad de que Nicolás Maduro se juramente a sí mismo, desconociendo el mandato expresado en las urnas el 28 de julio de 2024, coloca al país en una encrucijada crítica.
Si Maduro opta por perpetuarse en el poder de forma ilegítima, el descontento social podría materializarse en movilizaciones masivas, lideradas no solo por la oposición política, sino por sectores de la sociedad civil que ven agotadas las vías democráticas. Sin embargo, el aparato represivo del Estado, encabezado por Diosdado Cabello y las fuerzas de seguridad, podría responder con una contundente represión, generando un escenario de violencia y persecución.
VUSA