El 28 de julio marca un antes y un después dentro de la tragedia nacional. Se levanta la fecha como un hito para nuestra historia contemporánea. Los venezolanos sin disparar un tiro, y en las urnas, como debe ocurrir en un país democratico, votamos en forma mayoritaria por definir nuestro destino venciendo a la autoridad autoimpuesta, el abuso de poder y cualquier tipo de tropelía que se suscitó y elegimos un timonel para dirigir, orientar el cambio de rumbo que el país necesita y el pueblo quiere: Edmundo González Urrutia. El 28 de julio la civilidad se impuso a la barbarie y por eso lo celebramos y por eso encabeza nuestra lista de lo mejor del año pues a pesar de los pesares, y por más que lo han querido, no han podido borrar de nuestra alma y espiritu la bonhomia, bondad, sensibilidad, solidaridad, tolerancia, en una palabra, la humanidad que nos caracteriza, que nos define como pueblo, como nación, como país. El 28 de julio, como escribiera Eugenio Montejo, “la tierra giró para acercarnos, giró sobre sí misma y en nosotros, hasta juntarnos por fin en este sueño como fue escrito…..”
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No es casual que una región que en su historia haya destacado por el avance, la modernidad, la innovación, que haya dado ejemplo en iniciativas, logros en lo social, político, económico, empresarial, industrial, agrícola, pecuario, deportivo, las bellas artes, la política, religión, educación y hasta en la guerra, sea la robótica, esa disciplina de las ciencias modernas que imbrica áreas del saber como la ingeniería mecánica, eléctrica, electrónica, biomédica y la computación la que nos haya dado los mayores reconocimientos el último año. Que sea el saber y la ciencia reitero no es casual en el caso del Zulia y por ello celebramos el olfato y tino de la gobernación del Zulia de apostar por esta disciplina y los jóvenes que la estudian, cultivan y promueven como culmen de lo que es un hilvanado proyecto educativo que va desde el preescolar en forma avanzada hasta la universidad dotando y equipando cada eslabon de la cadena no solo con infraestructura, equipos modernos y servicios de apoyo, que van desde la alimentación, útiles escolares, becas, programas de capacitación y mejoramiento profesional así como el de programas de desarrollo de habilidades y destrezas para oficios varios, que toca al educando y al formador en aula con un jardín de libros como emblema, la Biblioteca Pública “María Calcaño”, que despunta y se alza allá en los predios de la Avenida el Milagro (que es la cuna y asiento de estos jóvenes científicos) como algo más que un depósito silente de libros, faro, luz y guía de la agenda pública y cabeza del desarrollo cultural del estado. Que sigan los éxitos de estos particulares jóvenes, que se multipliquen y su ejemplo cunda en todo el sistema público y privado.
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Sin números, cifras, estadísticas, difícil poder predecir, prever, planificar el corto, mediano y largo plazo. En Venezuela carecemos de todo ello. El país es toda una caja negra en la que se ocultan los datos económicos, financieros, ingresos, egresos, cotizaciones, valores en la sanidad y pare usted de contar. Que estemos a la deriva no es extraño por lo que celebramos con encomio la existencia del Programa “Maracaibo 500” que luego de auscultar concienzudamente a las bases del municipio Maracaibo, nos muestra todo un aparato estadístico sobre sus principales querencias, anhelos, quejas y reclamos con una fecha cimera: Los 500 años de la fundación de la ciudad a cumplirse en septiembre de 2029. Que tengamos entonces una ciudad de progreso, con servicios públicos, verde, limpia y con valores no es una quimera solo que hay que trabajarla a conciencia y con conciencia. El trabajo de la comisión que lo adelanta no terminó en diciembre de 2023. Ahora es cuando. Debe llevar toda esa información, esas líneas maestras a las bases mismas de donde surgió, empatizar con los distintos colectivos societarios y el entorno mismo de la alcaldía quien es la que mayor responsabilidad tiene en hacerlo posible. “Maracaibo 500” duda no me cabe, es otra de las cosas buenas que el año que se acaba nos va dejando.
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La agenda cultural es otro de los grandes motores del quehacer diario de la ciudad. La dinamiza y mantiene en movimiento permanente con sus iniciativas y ejecutorias que van desde la danza, el cine, las artes interpretativas, escénicas, la discusión de las ideas, plástica, la promoción de la lectura autores y nuevas firmas. El esfuerzo conjunto del sector público y privado merece aplauso, merece premio. Como los cultores populares, mecenas, promotores e instituciones como el Teatro de Bellas Artes – Ateneo de Maracaibo, Teatro Baralt, Alianza Francesa, Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez al que le falta el fuelle del pasado pero no deja de estar ahí y una que merece los esfuerzos de todos para su vuelta al ruedo con todo su potencial: el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia. Que no pasen por debajo de la mesa los esfuerzos denodados que con nimios recursos hacen día a día, semana a semana con una creatividad que pasma en pro de la cultura zuliana la Secretaría de Cultura de la gobernación, Imgra, Fundagraez, la emergente Fundación Nacional de la Gaita “Gaiteros de Corazon”, la Dirección de Cultura de la Alcaldía de Maracaibo y la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, así como el naciente anfiteatro del Parque Ana María Campos; otro tanto allá en el Municipio San Francisco que más mérito aún tienen las ejecutorias de sus instituciones culturales.
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En el plano internacional la realización sin contratiempos, con mucha vistosidad y éxitos deportivos de las XXXIII Olimpiada de París, evento que copó la atención mundial en el verano. La reapertura en tiempo récord después del incendio de ese icono de la cultura, la religión y la cultura moderna como lo es la Catedral de Nuestra Señora de París. Notre Dame como los Juegos Olímpicos nos enfrenta y confronta con lo que somos, de donde venimos y hacia dónde vamos. La caída del Régimen de Bashir Al Saad en Siria, cuyas consecuencias están por verse, pero de entrada supone la liberación de un pueblo sometido por más de 40 años al yugo de una cruel dictadura familiar. La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca que esperamos suponga un antes y un después y una lucha frontal contra la llamada cultura woke que adelantada por la izquierda doble faz planetaria destruye la base societaria en las familias, la sociedad y el mundo de forma inclemente.
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La clasificación de las Águilas del Zulia al round robin de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Aunque mal paguen.
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De la pizza y la hamburguesa pasamos al perrocaliente, el “hot dog” como tentempié está de moda en la ciudad. De la “calle del hambre” a las cadenas de supermercado, farmacias y demás puestos de comida rápida acompañados por una feroz campaña de precios para competir entre unos y otros en favor, más allá del gusto y la calidad del pan y la salchicha, del favoritismo del consumidor.
¿La novedad? El pastelito con agua de sapo de “Pastelitos El Comelon” allá frente a la Plaza de las Madres. ¿De qué va? no es otra cosa que la tradicional receta impuesta por Luigi Malancone en los 60 del siglo pasado llevada al tradicional pastel, esto es un pastelito relleno de pernil, rociado por el caldo surgido del horneado de la pieza de cerdo cerrada por una generosa porción de queso frito.
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Libros. Un buen año para la literatura, la narrativa, el ensayo. Nosotros que tratamos de actualizarnos a todo evento y que tratamos de divertimos a través de la lectura tuvimos la suerte de leer “El animal salvaje” (Alfaguara) de Joel Dicker, “Nexus” (Debate) de Yuval Novah Harari y “Autocracias S.A.” (Debate) de Anne Applebaum entre tantas que tuvimos a disposición durante 2024. Nos quedaron pendientes de reciente data “El Pacificador” (Editorial Alfa) de Fernando Suniaga y dos que en su momento se quedaron en los anaqueles y que para la prensa española resultaron ser los libros del año: “La llamada” (Anagrama) de Leila Guerriero y “Biografía de X” (Alfaguara) de Catherine Lacey, libro del año en 2023 para el New York Times y la revista Vanity Fair, entre otras.
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TV. Buena televisión (streaming) hemos visto en este 2024. Las palmas sin duda se la llevan la superproducción basada en el clásico literario de James Clavel “Shogun” que el venidero domingo deberá arrasar en la entrega de los Globo de Oro y el seriado de Matt Reeves spin – off de Batman “The Penguin” que protagonizarán un irreconocible Colin Farrel y Christine Millioti, todo un descubrimiento para mí. También el thriller psicológico “Ripley ‘s” de Steven Zaillian protagonizado por Andrew Scott y Dakota Fanning y por supuesto la tercera temporada de The Bear (El oso).
“Cien años de soledad” y “Pedro Páramo” basadas en los clásicos del boom latinoamericano de las letras Gabriel García Márquez y Juan Rulfo quedarán para una nueva visualización en el futuro próximo, por lo pronto en 2024 no califican.
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Cine. En lo que al séptimo arte se refiere, la experiencia de ir a la sala oscura, la gran pantalla es insustituible, pero la realidad se impone y son el streaming y las páginas de descargas la opción para vencer los tiempos de estreno. Mucha la oferta pero entre remakes, blockbuster, super héroes y demás perolitos de la gran factoría hollywoodense la calidad no abunda. “Cónclave” de Edward Berger, con un inmenso Ralph Fiennes, y Stanley Tucci, John Lithgow e Isabella Rossellini, la distopía de Alex Garland “Civil war”, “Jurado No 2” de Clint Eastwood con Nicholas Hoult, Toni Collete, Kiefert Sutherland encabezando el reparto, la precuela de El Mago de Oz de gran espectacularidad y musicalidad, “Wicked” con Ariana Grande, Cynthia Erivo, Jonathan Bailey y Jeff Goldblum, junto “Robot salvaje” que es toda una delicia animada y “El Conde de Montecristo” protagonizada por un soberbio Pierre Niney que es la joya de la corona del cine francés en 2024 nos resultan insustituibles en cualquier lista de fin de año.
De la ganadora del Premio del Jurado del Festival de Cannes, “En busca de Emilia Pérez” con la actriz española Karla Sofia Gascón (Mejor actriz en el mismo festival) y un reparto que incluye a Selena Gómez, Zoe Saldaña y al venezolano Edgar Ramírez, comedia musical y criminal francesa dirigida por Jacques Audiard; “The Brutalist”, drama histórico que protagoniza Adrien Brodie con Felicity Jones, Guy Perce y Vanesa Kirby, entre otros, Leon de Oro en Venecia a su director Brady Corbet; y “Anora” de Sean Baker ganadora de la Palma de Oro, hablamos más adelante, después de haberlas visto.
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Ha sido predica por años la necesidad de un punto de centralidad para Maracaibo, un punto de encuentro y reencuentro de celebración de las fechas señeras como ocurre en buena parte de las capitales del mundo promovido incluso por la autoridad pública que es además la llamada en el mejor de los casos a convocar la unidad de las regiones ante momentos particulares. La Plaza de la República ya es insuficiente e incapaz de convocar a nada y nadie en estos tiempos. Hecho en falta por ejemplo grandes festejos a propósito del 24 y 31 de diciembre; Las victorias -cuando ocurren- de las Águilas del Zulia; el 5 de julio y el 28 de enero cuando celebramos la zulianidad. Transcurre 2024 y seguimos sin tenerlas, pues a pocos o nadie interesa. Pero es que sí la tenemos, al menos en Navidad y Año Nuevo, me comenta una dilecta amiga de marcada vocación de servicio y entrega por el Zulia y su gente en medio de un aromático café y una distendida conversación. El “Reencuentro Zuliano” en el Pozón del Saladillo es eso que tu planteas. Una oportunidad casi única de vernos las caras y dejarnos ver promovido por el sector privado, lo que es mejor incluso, pues así nos quitamos de encima la inversión de dineros públicos y hasta el pescueseo de quien paga la factura. A los hermanos Cubillán, Roberto (Sabor Zuliano – El Pozón del Saladillo) y Reinaldo (La Chiquinquireña 90.9) vaya nuestra enhorabuena, testimonio de afecto, consideración y aprecio por llevar a donde han llevado junto al talento artístico zuliano que lo ha hecho posible y los auspiciantes, este evento de unidad y fraternidad que en lo personal hemos visto crecer con el paso de los años. Ellos son símbolo de lo que siempre ha sido el Zulia y su gente, ejemplo de pujanza, emprendimiento, progreso y todo de lo que es capaz de significar este pueblo enclavado en las riberas del Lago Coquivacoa al amparo de la Chinita. El martes 31 ahí estaremos para certificar con mi presencia anónima este hito marabino, y gracias por tanto.
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Feliz Año 2025!!!
@ellibrero
PD1.
De sobrar la noche del 31 algún traqui traqui, mata suegra o saltaperico las directivas de las cámaras municipales de Maracaibo y San Francisco además del Consejo legislativo van a ser renovadas. Repiten en las presidencias José Bermúdez, Stefany González e Iraida Villasmil. En PJ el año termina con algún ruido que se ventilaba en el marco de una reunión de la directiva regional (que no de la fracción de concejales) y el traqui traqui tiene por nombre el ex alcalde de Maracaibo Daniel Ponne.
PD2
Suscribo al cien por ciento el comentario de Angel Monagas incluido en su columna “Caiga quien Caiga” del pasado viernes.
“EL 10 DE ENERO nace una nueva era en la política: Una de dos. Si Maduro no se juramenta por la existencia de un “golpe de Estado”, el cielo es el límite para María Corina y Edmundo González.
Todo lo que parezca distinto morirá.
Pero de no ocurrir eso, las excusas no perdonarán el terrible daño y los líderes del 28 Julio 2024, habrán construido su propia tumba.
Un liderazgo distinto, con los pies en la tierra, asumirá la vocería.
No se acepta que diga no “yo no dije que era el 10, sino después, sino a partir de allí…”. Eso no existe (Angel Monagas, Caiga quien Caiga, hoy viernes 27 de diciembre)
PD3
En mis oraciones del 31 de diciembre y del 1 de enero, Día Mundial de la Paz, tendremos presentes a los que no están, a los que se han ido de este plano. También y en particular a los que han sido apartados de sus familias, sus amigos miserablemente y en condiciones difíciles de calificar. Pedro y Juan Pablo Guanipa, Eduardo Labrador, Rafael Ramírez, Rocio San Miguel.
@ellibrero
