Muchos aspectos pudieron influir en la vuelta de Trump a la Casa Blanca, pero principalmente 2 factores fueron ignorados por la campaña demócrata. La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre ha dejado a muchos analistas, políticos y ciudadanos reflexionando sobre las razones detrás del cambio de liderazgo.
Aunque varios factores podrían haber influido en el resultado, algunos de los temas más importantes incluyen la economía, la migración y seguridad en la frontera, y los conflictos internacionales, junto con el creciente descontento hacia los medios de comunicación, que se encuentran entre los grandes perdedores.
Los medios jugaron un papel central en la forma en que se amplificó este sentimiento colectivo, presentando posturas que refuerzan el resentimiento y la hostilidad. Amenaza percibida al sentido de identidad, en un ambiente tan dividido, el triunfo de Trump fue visto como una derrota profunda y casi personal por el sector intelectual, profesional y las celebridades que apostaron su influencia en la candidata demócrata.
Ese sector, muy banal en la campaña basada en seguidores, protagonismos y likes en función de su agenda woke, reconoció muy tarde que el principal síntoma de malestar se encontraba en la economía y que gustara a no gustara el candidato, terminó tomando la bandera del malestar por la economía estadounidense.
Desde la pandemia, la economía estadounidense ha sufrido un alto nivel de inflación, alcanzando un pico preocupante en 2022. Los precios se elevaron, haciendo que los productos y servicios básicos fueran menos accesibles, mientras que la tasa de interés se mantuvo alta, encareciendo los créditos y dificultando el acceso a viviendas y otras compras significativas. Para muchos votantes, la administración Biden parecía incapaz de responder con medidas efectivas que estabilizaran estos efectos.
En comparación, muchos recordaron los años de Trump como un periodo en el que los índices de empleo y crecimiento económico fueron favorables antes de la pandemia, lo que generó una percepción de que él podría manejar la economía de manera más efectiva. El otro punto fue la Migración y la Seguridad en la Frontera. La administración Biden adoptó políticas migratorias muy flexibles, pero para un sector significativo de votantes, estas medidas se percibieron como una falta de control sobre las fronteras y un debilitamiento de la seguridad nacional.
Las historias sobre el cruce de individuos asociados a redes criminales o terroristas causaron alarma en la opinión pública. Además, algunos estados han sentido el impacto de los beneficios sociales a inmigrantes, lo que aumentó las tensiones locales sobre los recursos y la seguridad. Los republicanos, liderados por Trump, enfatizaron un mensaje de “ley y orden” que prometía restaurar la seguridad en las fronteras, resonando entre los votantes que priorizan este tema.
El magnate ha permanecido encerrado en su cuartel de Florida alejado del foco público, no comparece en público desde su discurso de victoria el miércoles de madrugada tras derrotar a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, y también ha bajado el ritmo a su frenética actividad en redes sociales.
La Casa Blanca anunció este sábado que el presidente saliente, el demócrata Joe Biden, recibirá a Trump el miércoles en el Despacho Oval para iniciar las conversaciones para la transición de poderes que concluirá con la investidura del republicano el 20 de enero.
Este tradicional encuentro entre el presidente electo y el mandatario saliente no se produjo hace cuatro años porque entonces Trump se negó a aceptar la derrota electoral frente a Biden. Trump se convirtió además en el primer presidente en 150 años en no asistir a la toma de posesión de su sucesor. De este y varios escenarios conversamos con Antonio de la Cruz en nuestro Live de este domingo.
VUSA