El 10 de enero tomará juramento el próximo presidente de Venezuela por los siguientes 6 años. Lo más probable es que el socialista Nicolás Maduro inicie otro mandato, pues hoy «son limitadas» las opciones de que el opositor Edmundo González Urrutia asuma el poder, según analistas.
Tanto el mandatario Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia han asegurado que asumirán en enero la presidencia de Venezuela para gobernar por los próximos 6 años. Pero, con el excandidato de la oposición en el exilio y el desconocimiento internacional de los resultados que dieron la victoria a Maduro ¿qué opciones tiene la oposición para asumir el poder y a qué se enfrenta el oficialismo?
Las posibilidades de ascender al poder en enero «son limitadas” para la oposición, de acuerdo con analistas consultados quienes también prevén un menor reconocimiento internacional para Maduro.
El 10 de enero de 2025 es una fecha clave para la política nacional del país suramericano. Es el día cuando debe tomar juramento ante el Parlamento de mayoría chavista el candidato electo en los comicios presidenciales del pasado 28 de julio, según la Constitución.
“El 10 de enero se va a juramentar el presidente Nicolás Maduro Moros con el pueblo en la calle, por millones, como manda la Constitución”, dijo el jefe de gobierno socialista durante un acto público a finales de septiembre.
González Urrutia, exiliado en España, hizo una promesa similar.
“Yo voy el 10 de enero a tomar posesión de mi cargo como presidente electo de Venezuela”, señaló a comienzos de octubre.
El Consejo Nacional Electoral, presidido por el exdiputado del partido de gobierno Elvis Amoroso, proclamó a Maduro como el ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio, a pesar de que aún no ha publicado el escrutinio desglosado, como contempla la norma y como exigen decenas de gobiernos extranjeros, entre ellos Estados Unidos.
Ese resultado dio como vencedor a Maduro, con 51,9 % de los votos, y fue convalidado por el Tribunal Supremo de Justicia venezolano. Ambas instituciones están vinculadas al gobierno de Maduro.
La oposición, liderada por María Corina Machado, se escuda en las copias del 83 % de las actas de votación que, asegura, demuestran la victoria de González Urrutia. El 2 de octubre, el Centro Carter, que observó las elecciones in situ, confirmó que estas papeletas son verídicas.
Opciones “absolutamente limitadas”
Países aliados como Brasil, Colombia o México, junto a la Unión Europea, no han reconocido la victoria de Maduro. Sin embargo, con González Urrutia asilado en España – tras pasar un mes en la clandestinidad y ser objeto de una orden de captura en Venezuela-, la situación de la oposición es compleja.
“Las opciones son absolutamente limitadas para la oposición si hablamos de ejercer el poder en el territorio venezolano y de materializar el control de las instituciones”, advirtió el analista político Pablo Quintero
Quintero, de la firma LOG Consultancy, explica que “no hay forma, hasta la fecha, en que el gobierno permita que Edmundo González asume el poder y el control de las Fuerzas Armadas venezolanas”.
“El gobierno tiene el poder, el gobierno no lo va a dejar ni siquiera entrar a territorio nacional. No va a regresar a Venezuela, siempre y cuando no exista algún fenómeno político imprevisto. Si eso no existe no hay manera de que Edmundo González llegue a (aeropuerto de) Maiquetía, a Miraflores, o a la Asamblea Nacional y se juramente», advierte.
«Las probabilidades son nulas y todo queda encerrado en un asunto de símbolos de redes sociales”, insiste, alertando sobre cómo esa promesa frustrada podría minar las expectativas de la gente.
De acuerdo con el politólogo Nicmer Evans, especialista en psicología social, la posibilidad de “acceso al poder” de González el 10 de enero es “bastante restringida” en estos momentos.
Maduro y su gobierno “han decidido instalar una autocracia con rasgos totalitarios y tienen el control de la cúpula de la Fuerza Armada y controlan las instituciones y han abolido la posibilidad de la división de poderes ya desde hace muchos años”, argumenta Evans.
“Todo lo que se está haciendo a nivel internacional, develando el fraude, tiene que estar acompañado con una presión interna que está debilitada como consecuencia del terrorismo de Estado”, añade.
En todo caso, Evans considera que “hay una gran dificultad” para que González asuma el 10 de enero, “porque todavía falta una serie de condiciones para que esto pase» y añadió que «se está trabajando para que esto suceda, así que no podemos descartar que pueda ser antes del diez y no debemos preocuparnos si no es el diez (…) el problema no es la fecha”.
Expectativas de la gente
Pese a que los deseos de cambio de gobierno están presente en las calles del país y en conversaciones con la gente, las expectativas están contenidas tras años de fracasos opositores.
Consultada en Caracas sobre qué considera pasará el 10 de enero, Mery Villegas dibuja en el aire un signo de interrogación. “Ojalá pase lo que todos pensamos», en referencia a un posible ascenso al poder de González Urrutia, respaldado por María Corina Machado.
Villegas, que está jubilada, reconoce que “es un poco difícil” que el opositor siquiera regrese a Venezuela.
“Yo no veo el 10 de enero, yo espero que nosotros podamos salir de esto antes (…) él va a regresar, él es un diplomático”, dice confiada, en referencia a González, Leida Ascanio, de 68 años, que también es jubilada.
“Maduro, porque no hay más nada”, responde otro hombre que prefiere no identificarse. Por su parte, José García, un comerciante de 43 años, afirma que, independientemente de quién se juramente ese día, “hay que salir a trabajar”, restando importancia a la fecha.
“Hay tantas payasadas políticas de ambos lados que no comparto nada político (…) el que se monte ahí que se monte y Dios le dé sabiduría para que enrumbe este país a mejores momentos”. Y culmina tajante ante el posible regreso de González Urrutia: “todos los que se han ido no vuelven”.
¿Menos reconocimiento para Maduro?
Si Maduro jura como presidente ante la Asamblea Nacional, “su gobierno va a entrar en el escenario de “no reconocimiento” por parte de actores clave de la comunidad internacional, anticipa Quintero, de LOG Consultancy.
“Vamos a ver algo parecido a lo que fue el gobierno interino (del opositor Juan Guaidó) 2019, 2020, 2021, con países que no reconocen, países que reconocen parcialmente, países ambiguos”, acota.
“Se puede repetir un escenario similar en el que gran parte del mundo no reconozca Maduro y el otro lado del mundo lo terminó reconociendo, sobre todo aquellos países miembros de los BRICS, aquellos países que mantienen relaciones dentro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), países que de alguna manera coinciden con la política venezolana, que en realidad son muy pocos, pero los hay”, apunta Quintero.
Evans, por su parte, considera que «es evidente que Venezuela va a quedar muy presionada» como consecuencia del no reconocimiento internacional de Nicolas Maduro a partir del 10 de enero como presidente. «Ya se han iniciado expresiones claras de gobiernos de reconocer que no fue electo, y después entramos en la fase de no reconocimiento como presidente”, resalta.
En todo caso, dice que“no debe transformarse el 10 de enero en una nueva decepción” o “frustración” para el grueso del colectivo opositor, pues considera que lo que ocurre en Venezuela dejó de ser un asunto de fechas.
Nicole Kolster/ La Voz de América