Este miércoles el régimen de Irán lanzó una fuerte amenaza a Israel tras haber atacado la nación hebrea con centenares de misiles.
El general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor del ejército de la república islámica, aseguró que su país bombardeará «todas las infraestructuras» de Israel si es atacada en represalia por el ataque de la noche del lunes.
«Si el régimen sionista, que se ha vuelto loco, (…) quiere continuar estos crímenes o actuar contra nuestra soberanía y nuestra integridad territorial, una operación como la de esta noche será repetida con mayor intensidad y todas las infraestructuras del régimen serán golpeadas», declaró Bagheri a la televisión estatal iraní.
La noche del martes primero de octubre en Israel, una fecha que ya está escrita en la historia como el día en que Irán realizó un ataque sin precedentes sobre territorio israelí, se vio iluminada por el terror de los misiles y el sonido pavoroso de las sirenas.
Durante el ataque, las sirenas de alarma sonaban incesantemente, instando a los ciudadanos a resguardarse en refugios para mantenerse a salvo. Las autoridades en Tel Aviv y sus alrededores emitieron órdenes de salvamento, exigiendo a los residentes permanecer cerca de las zonas protegidas y entrar en éstas inmediatamente al sonido de las alarmas, permaneciendo allí hasta recibir nuevas instrucciones.
Israel reaccionó con rapidez. No obstante, no se pudieron evitar las explosiones que se escucharon una tras otra en las dos ciudades, sembrando el pánico entre la población y haciendo que las horas que duró el ataque parecieran eternas.
La respuesta de Israel no se ha hecho esperar. El portavoz del gobierno afirmó que «Israel responderá con contundencia a esta agresión inaceptable», señalando que están preparados para cualquier eventualidad.
No obstante, Irán no demoró en advertir que cualquier respuesta provocaría una respuesta contundente, además, extendió la advertencia a Estados Unidos, aliado de Israel.
Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional estadounidense Jake Sullivan calificó el ataque iraní de «ineficaz» pero añadió que supone «una escalada significativa por parte de Irán».
En esa línea, Estados Unidos consideró que la represalia merece una respuesta, por lo que el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller, señaló que, «por supuesto, debe haber consecuencias para Irán por este ataque», dijo