Ender Arenas: De cómo salir de la dictadura

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A veces, creo que muchas veces, motivado por la indignación y la rabia, me he sentido tentado, de manera irracional y apasionada, (ya saben que no hay una pasión racional) de iniciar estas bagatelas que son publicadas cada sábado, recordando el nombre de Mohamed Bouazizi, el vendedor de frutas y verduras cuyos bienes fueron confiscados por la policía tunecina que, después de quejarse con las autoridades por la devolución de sus enseres y ser humillado por las mismas, se inmoló y su muerte fue el origen de la “Primavera Árabe” que se llevó por delante a Ben Ali, en Túnez, Gadafi en Libia, Hosni Mubarak en Egipto, en Siria todavía hay una guerra civil, etc.

Pero, rápidamente me digo para mis adentro, pero, si lo hemos intentado todo para salir de la dictadura: manifestaciones gigantescas, intentonas de golpe de Estado, guarimbas, una cuota importante de jóvenes muertos en 2014, 20017, 2016, 2019, 2024, huelgas de hambre que terminó con la vida de Franklin Brito, uno de nuestros primeros mártires que demostró el “gusto por la crueldad” de los hombres que gobiernan al país desde 1998, encabezados por Hugo Chávez, hasta llegamos a tener un gobierno interino, dirigido por un opositor, que tuvo como enemigo férreo al gobierno y, porque no decirlo, también a “los ambosladistas”, término que no me pertenece, pero que encuentro muy útil para describir el papel desarrollado por algunos opositores no arácnidos y por supuesto, de los opositores oficialistas, que son llamados alacranes.

Finalmente hemos probado la ruta electoral y el gobierno de Maduro ha cometido un enorme fraude y pretende a costa del sufrimiento de un país entero mantenerse en el poder, mediante el cual, solo ha construido estropicios y ruindad.

Como pueden leer, cuando se dice que lo hemos intentado todo, no es una exageración. En ese intento de hacerlo todo hemos estado acompañados y recibido el apoyo de la llamada “comunidad internacional y como resultado de tal apoyo, el gobierno y sus personeros más conspicuos han sido sancionados y hasta recompensa le han puesto a sus cabezas.

 Algunos líderes de la región, como Petro, ha propuesto un gobierno de cohabitación, teniendo como modelo el “Frente Nacional” colombiano, modelo que solo ejercía el poder en los 2500 metros sobre el nivel del mar, es decir, en Bogotá.

Otro líder, Lula da Silva, propone una nueva elección.

Todos, casi sin excepción en el mundo, exigen la presentación de las actas de los resultados electorales que no aparecen o no quieren ser presentadas, pues en ellas se muestra de bulto el gobierno perdió las elecciones del 28 de julio.

Sesudos analistas y opinadores han dicho que es necesario dar garantías a la cúpula gobernante. Yo, no soy un sesudo analista, solo soy un observador que con dolor ve la realidad de su país, pensando que debe resolverse por recuperar lo que hemos perdido y que nos ha traído a tierras extrañas, soy, también, partidario de buscar una fórmula que suba los costos de mantenerse en el poder y bajar los costos de salida del mismo.

Yo entiendo la rabia y el odio que la gente siente. No se puede evitar, por ejemplo, el odio que alberga la señora madre de, Lauriannys Cedeño, de 16 años, secuestrada el 14 de agosto (y “liberada” sin cerrarle la causa un mes después), por haber reenviado unos mensajes vía WhatsApp por el descontento ante los resultados de la elección presidencial y por esto, fue denunciada por Nilsa López de Mata, miembro de la Unidad de Batalla Bolívar Chávez (UBCh) y trabajadora de la alcaldía de Carúpano. La joven sufrió un colapso nervioso en el momento de su detención que le ocasionó daños cerebrales (tomado del artículo: “El régimen que tortura a los hijos de Venezuela” de Walter Molina Galdi en La Gran Aldea).

Cómo obviar /olvidar lo que han hecho, hacen y amenazan seguir haciendo contra gente cuyo único delito es pensar diferente o ejercer el derecho de protestar contra las formas que agobian su vida.

No se puede evitar que la gente piense y se diga para sus adentro, mientras ve los miércoles”, “Con el mazo dando”, cuyo conductor, es considerado el autor intelectual de las torturas que sus hijos sufren en el Reten de Caraballeda: “Con ganas Diosdado te fusilaría sin pestañar hora mismo o mejor, junto con lo que me has dejado de familia, te lapidaría hasta reventarte la cabeza”.

No se puede evitar el encono y las reacciones de rabia de la gente cuando ve a Cilia Flores, alias Cilita, que la lleven a pensar que ella está detrás de algunas decisiones que martirizan a la gente, mientras, junto con su esposo come pasta con caraotas negras y entonces les provoca gritarle: “que asco me da esta hija de su gran purísima madre”

Y así, podemos escoger uno a uno los personajes que nos gobiernan y desearles cualquier fin de vida, si es posible cada vez más doloroso para cada uno de ellos. El registro es infinito.

El caso, es que el régimen, es verdad, no puede desresponsabilizarse de los infames actos cometidos violando los derechos humanos.

Por ejemplo, como no sentir animadversión por un personaje como Jorge Rodríguez que por su narcisismo individualista se contenta porque las mayorías lo asumen como el “mal absoluto”, lo cual lo retrata de cuerpo entero como un psicópata.

Pues bien, todo eso, que he escrito de lo que puede, y seguramente, siente la gente (víctima hemos sido todos) es verdad, pero, aun así, y por la recuperación de lo que nos queda como país y evitar que, éste como el Macondo de “Cien años de soledad”: “…. no tenga una segunda oportunidad sobre la tierra”, es necesario buscar una salida. ¿Dolorosa?, sí. ¿Injusta?, tal vez. ¿Con cierto grado de impunidad?, probablemente tengamos que tragarnos a unos desagradables sapos, pero lo importante es que salgan del poder.

Estoy convencido, que una vez negociemos una salida que haga, mas o menos, “potable” su salida del poder (Aunque hay cuentas del alma, que tendrán que pagar) ellos, terminaran aceptando, pues nadie puede gobernar con los niveles tan alto de deslegitimidad que el régimen ha logrado cosechar y será, qué duda cabe, una salida que los expulse del tiempo, de nuestro tiempo, y de todas las generaciones por venir.

Pero, antes, para que el olvido no sea opción, descubramos todas sus miserias (incluso aquellas que todavía ignoramos) y las pongamos a rodar de boca en boca, de conciencia en conciencia. Eso, será la refundación de nuestra memoria.

@enderarenas