El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, ha rechazado enérgicamente las acusaciones de torturas y tratos crueles contra los adolescentes detenidos durante las protestas poselectorales en el país. Afirmó que no permitirán más violencia en Venezuela.
En su programa de televisión semanal del pasado miércoles 9 de octubre, Cabello declaró que esta campaña de los niños busca la impunidad, ya que liberar inmediatamente a los capturados solo promueve la impunidad y fomenta la violencia en futuras ocasiones. Asimismo, señaló que esta campaña está dirigida en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
A pesar de las denuncias de madres y familiares de los adolescentes detenidos, quienes informaron que fueron llevados a juicio sin abogados privados y sufrieron torturas, Cabello insistió en que se trata de una estrategia para desestabilizar el país. También instó a los familiares de los detenidos a reclamar a los responsables de los actos violentos durante las protestas.
La ONG Foro Penal reportó que actualmente hay 1.916 personas detenidas en Venezuela, incluyendo 70 adolescentes. Cabello cuestionó la responsabilidad de los padres de estos jóvenes y los instó a asumir su parte en los hechos. Además, volvió a señalar a líderes de la oposición, como María Corina Machado, de utilizar a adolescentes para generar violencia.
En otro orden de ideas, Cabello criticó al alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, a quien calificó como uno de los políticos más desprestigiados del continente. Esto, luego de que Borrell pidiera presión internacional para buscar una salida democrática a la crisis venezolana, desatada tras las elecciones presidenciales de julio.
La oposición en Venezuela continúa reclamando una revisión de los resultados electorales y la proclamación de un nuevo presidente, lo que ha generado tensiones y protestas en el país. La postura de Cabello, en defensa del gobierno de Maduro, refleja la polarización política que se vive en Venezuela en medio de una profunda crisis social y económica.