La organización Human Rights Watch (HRW) instó a los estados latinoamericanos a mejorar sus programas de protección al migrante.
Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch, y Martina Rapido Ragozzino, investigadora para el norte de los Andes en Human Rights Watch, hablaron sobre el asunto en el programa La Tarde de NTN24.
“Estuvimos en el Darién en varias ocasiones para la preparación de tres informes (…) Las historias que hemos escuchado son desgarradoras (…) Últimamente, muchos venezolanos volvieron a su país para votar en las presidenciales, vendieron todo, en un acto de heroísmo. No obstante, se están devolviendo (tras la cuestionada reelección de Maduro)”, indicó Pappier
“Hoy hay venezolanos durmiendo en las playas de Necoclí para volver a pasar el Darién. Las políticas migratorias no han sido suficiente, estas familias están pidiendo un futuro digno para sus hijos”, prosiguió.
Aparte de venezolanos, haitianos y ecuatorianos, Pappier manifestó que “ha aumentado considerablemente el número de migrantes colombianos en el Darién”.
A su turno, Rapido Ragozzino sostuvo: “Las personas están varadas, familias enteras están viajando, hasta 15 personas por grupos. Estas personas están abandonadas en las calles y playas de Necoclí”.
“Muchos niños son separados en la selva, en el mejor de los casos, algunos en días, vuelven a ver a sus padres. Ningún gobierno de la región puede quedarse de brazos cruzados”, acotó.
De acuerdo con la entrevistada, “una cifra importante de venezolanos están esperando hasta enero para ver si realmente hay un cambio político en su país”.
“Sin embargo, estamos viendo que fronteras como la de Brasil están abarrotadas (de migrantes venezolanos), es devastador”, agregó.
Diferentes diásporas buscan llegar a suelo estadounidense, pero para llegar a la unión americana, muchos solicitantes de asilo hacen un viaje largo que incluye cruzar el Tapón del Darién, una peligrosa selva situada entre Colombia y Panamá.