Me dicen que lo de Primero Justicia apenas comienza. Qué más cosas se dirán en adelante. Lamentable por tanto dirigente, simpatizante y votante de la organización que de buena fe hacen causa común bajo el amparo aurinegro. Va a ser que José Brito no es su peor enemigo.
Mala hora han escogido Henrique Capriles y Julio Borges para ventilar sus cuitas y parece las llevaran hasta el final. Parecen movidos por el régimen que a la desesperada busca desviar la atención del conflicto real que ocupa y subyuga a los venezolanos. Que no se hable de las actas que no aparecen, de los presos políticos, las torturas, los desaparecidos, el exilio forzoso de Edmundo entre tantos otros, la residencia del embajador de España, José Luis Rodríguez Zapatero y la ruina en la que han sumido al país los del régimen.
Mal le ha ido a los partidos cuando su liderazgo se enfrenta y divide. Rómulo le dijo no a Luis Beltran, dividio a AD en el blanco y el negro perdiendo frente a Caldera en 1968. Las tendencias internas, los nuevos pretendidos caudillos y los burós siguieron peleándose unos con otros abriéndole, facilitando otras derrotas hasta el descabezamiento de CAP, que entre otras cosas nos trajo a donde estamos. En Copei la guerra a muerte del fundador le restó posibilidades y victorias a los delfines (solo se le salvó Luis Herrera Campins), Eduardo y Oswaldo y de estos entre sí. No volvieron a ganar más nunca. El doctor Caldera no dividió a Copei pero montó tienda aparte y se alzó con una victoria contra la organización de “sus amores” a la que juzga equivocada cuando no le retribuyen cariño, lo que la llevó prácticamente a la irrelevancia. El MAS de los tormentos de Cabrujas lucía y relucía, ganaba espacios hasta que el olfato y oportunismo de un grupo liderado por Felipe Mujica contradijo los principios defendidos por Teodoro y Pompeyo entre otros, divide la organización, se acerca lo más que ha podido al poder y termina siendo el trapito del chiripero (hoy ni eso) que gano con Hugo.
Primero Justicia surge -se presume- con la lección y errores de sus mayores aprendidos. Hay quienes aseguran que nacieron viejos. Lo fundan los hijos políticos dilectos de Enrique Mendoza; Julio Borges, Henrique Capriles, Leopoldo López y Carlos Ocariz, todos exitosos en las alcaldías metropolitanas de Caracas y hasta la gobernación de Miranda después. Fueron la avanzada y la puerta de la modernidad hasta que le tocó afrontar su gran decisión: Votar o no votar en 2005 cosa que enfrentó a Lopez con Borges ganando la partida el primero (PJ se abstuvo) y la inquina del segundo quien en adelante juró que el entonces alcalde de Chacao dentro de PJ no más. Ido Leopoldo quien se fue a Un Nuevo Tiempo hasta que formó su propia organización, Voluntad Popular, Primero Justicia entró en una normalidad organizacional y la emergencia que les permitió incluso tener un candidato presidencial de fuste con Capriles y una camada dirigencial en toda la geografía nacional, una fracción parlamentaria importante que llevó a Borges a la presidencia de la AN, gobernadores, alcaldes, legisladores y concejales de respeto y valía como Rafael Ramírez Colina que logra por primera vez la alcaldía de Maracaibo para PJ rompiendo el mandato no escrito de que o era de AD o de Copei. Los años y el desgaste -el chavo madurismo castiga-, parece hacerles mella y no sabemos dónde y cuándo se torció la puerca; De un tiempo para acá se ha tenido la sensación que PJ había dejado de ser el partido sólido con objetivos claros y metas a corto, mediano y largo plazo en el que la reflexión, el debate, la confrontación de ideas a lo interno desapareció. Capriles por un lado, Borges por el otro y las más de las veces Borges y toda la organización detrás de un Capriles que parecía, parece, actuar en forma impulsiva.
La verdad que los tiempos que transcurren no están como para andar pendientes de los pases de factura entre Capriles y Borges que es lo que parece pasa allí y que ambos quieren al otro fuera pues los destinos del país están en otro lado, aunque la vigencia de Primero Justicia es relevante, significativa. Confiamos en el liderazgo de Juan Pablo Guanipa Villalobos (Tomás se perdió en el tremedal de las tendencias) veterano de mil batallas internas y externas y una madurez que hasta sus críticos le celebran pueda junto con otros amigos de la organización, y ese llamado de atención, “foco hermanos”, mediar y encauzar esta puja que en nada beneficia a la organización y mucho menos al país.
Dicho todo lo anterior: ¿Dónde están las actas? ¿Cuándo liberan a Rocio San Miguel y demás presos políticos? ¿Cuándo se muerden la lengua Diosdado, Jorge, Delcy Eloina (a los que llaman ya los hermanos Menéndez)? ¿Van a facilitar la transición?
@ellibrero
