La Reserva Federal de Estados Unidos redujo el miércoles su tasa de interés referencial en 0.50% (medio punto porcentual), el primer recorte después de más de dos años de elevadas tasas de interés que han hecho que todos los préstamos sean dolorosamente caros para los consumidores estadounidenses junto a los elevadísimos precios.
La Reserva Federal estadounidense (Fed o Banco Central) recortó el miércoles sus tasas por primera vez desde 2020 y optó por una reducción de medio punto porcentual, para dejarlas en 4,75-5,00%.
El banco central estadounidense planea terminar el año con un recorte de medio punto porcentual adicional, señaló en un comunicado.
El 5 de agosto, después del anuncio de datos de desempleo en EEUU, las principales bolsas mundiales se desplomaron en el mayor aviso internacional de advertencia en años para la Reserva Federal estadounidense, debido primero a su inacción de más de un año que derivó en la gran inflación que aún existe y luego a su pasividad frente a las peores tasas de interés en los últimos 23 años.
El desmesurado optimismo
El optimismo, en medio de la campaña electoral de la Casa Blanca que desea borrar en horas la agonía de casi cuatro años, navega por todos los medios de prensa tras el anuncio de la Fed; sin embargo, el consumidor estadounidense sigue pagando altítisimos precios en más del 95% de los productos. Y tendrá que continuar así por mucho tiempo más.
Los procesos económicos tardan años en revertir su tendencia y como ha sucesido en ocasiones anteriores, los altos precios casi siempre llegan para quedarse. En estos momentos, casi el 70% de los consumidores estadounidenses apenas llega a fin de mes con sus ingresos, debido al elevado costo de vida hoy en EEUU.
El comienzo de la reducción de tasas, que también puede frenarse, refleja que el Banco Central estadounidense desea centrarse ahora en apuntalar al mercado laboral, que muestra señales de debilitamiento.
La medida ocurre pocas semanas antes de las elecciones presidenciales, justo cuando los estadounidenses se preparan para emitir su voto y el desastre económico que ha causado la administración Biden-Harris resulta sumamente difícil de borrar con un día de optimismo, después de casi cuatro de agonía.
La gran inflación, el legado de Biden-Harris
La decisión del banco central redujo su tasa de interés clave a cerca de 4,8%, respecto al máximo de dos décadas de 5,3%, donde había estado durante 14 meses en su lucha por disminuir la peor crisis inflacionaria en casi cinco décadas. Y este es el legado que deja la Casa Blanca de Joe Biden y Kamala Harris.
Según el gobierno actual, la inflación ha disminuido desde un máximo de 9,1% en mediados de 2022 a un mínimo de tres años de 2,5% en agosto, no muy por encima del objetivo de 2% de la Fed.
Pero los estadounidenses se muestran bastante excépticos con estos datos del gobiern de Biden-Harris. Los precios siguen extremedamente altos y el gobierno los está acuñando como para que se queden de forma indefinida.
Los encargados de formular las políticas de la Fed también dijeron que prevén recortar su tasa de interés clave por un medio punto porcentual adicional en sus últimas dos reuniones del año, programadas para noviembre y diciembre. Y prevén otros cuatro recortes en 2025 y dos más en 2026.
¿Una victoria?
En un comunicado, la Fed se acercó más de lo que ha hecho en ocasiones anteriores a declarar una presunta «victoria» sobre la inflación: Señaló que “ha ganado más confianza de que la inflación se mueve de forma sostenible hacia el 2%”.
Esa afirmación es a nivel oficial y preelectoral, no para el bolsillo de los estadounidenses, al menos por ahora.
A pesar de que el Banco Central cree que la inflación está derrotada, la gran mayoría de los estadounidenses sigue molesta e indignada por los altos precios de los alimentos, del gas, los seguros, las viviendas, y de las rentas, entre otras cosas.
El expresidente Donald Trump culpa al gobierno del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris de provocar el peor aumento inflacionario en las últimas décadas, una afirmación real y contundente que ven los estadounidenses a diario.
Los recortes de las tasas de interés de la Fed deberían, con el paso del tiempo, disminuir los costos de préstamos para hipotecas, para automóviles y tarjetas de crédito, es lo que se espera, pero muchas veces los precios se quedan.
Los propietarios de viviendas podrán refinanciar sus hipotecas a tasas más bajas, pero esto no es a corto tiempo porque podría demorar hasta dos años o más ver un alivio real. O sea, el triunfalismo de hoy es apenas un paso a largo plazo.
Freddie Mac disminuyó el promedio de las tasas hipotecarias a 6,2%, pero aún sigue alta en una combinación de elevados e inflados precios de las viviendas que se hace letal para los compradores.
AP