El 28J escribimos en este espacio sobre las elecciones del año 2000 en Perú entre Alejandro Toledo y Alberto Fujimorí. Elección que a pesar del abultado resultado en contra Fuimori se robó abiertamente a ojos vista de todos completandolo con el cierre del parlamento, todo con la complicidad de las fuerzas armadas. Se abroga entonces un tercer mandato aquel hombrecito de la provincia docente y agricultor para más señas que fue capaz en un tris de derrotar a la godarria peruana, al establishment, representada entonces por el escritor Mario Vargas Llosa en primera instancia y a quienes le sucedieron hasta Alejandro Toledo. Hoy quiero abundar con algunas pinceladas -esto es a modo de respuesta, a quienes me preguntan sobre lo que veo en el corto y mediano plazo. Allá la inestabilidad tomó cuerpo, un pueblo enardecido siguió cerrando filas con su liderazgo, con Toledo a la cabeza, que supo administrar su capital, fuerza electoral, la calle, para evitar confrontaciones innecesarias y seguramente de grandes bajas a manos de unos crápulas que cooptaron la fuerza militar y policial como se vio más adelante. Junto a Toledo una OEA como cabeza visible de la comunidad internacional que estuvo dispuesta sin ambages a cerrar todos los caminos a la dictadura, al autocrata, No fue en días, tampoco semanas, fueron meses los que tuvieron que sucederse para que el régimen implosiona. Desde dentro surgieron filtraciones, descontentos, quiebres que mostraron toda la podredumbre que allí residía y que tuvo a un Vladimiro Montesinos -que hasta aquí en Venezuela, en tiempos de Hugo, vino a parar en su huida hacia adelante- como cabeza de playa. Seis meses después de todo lo anterior y más el autócrata, el dictador, ya ni se, vía fax y desde Japón donde se encontraba renunció a la presidencia del Perú.
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Estos días y no por casualidad he recordado las improntas de los generales Augusto Pinochet (Chile) y Wojciech Jaruzelski (Polonia) y no porque merezcan ser exculpados, que no, ellos, parafraseando a Dante, abandonaron toda esperanza cuando entraron en la quinta paila, sino porque a pesar de los pesares mostraron talante y carácter para aceptar los reveses que tuvieron y seguir adelante garantizando la alternancia y la transición pacífica en sus naciones.
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En Anaheim (CA) el pasado fin de semana se realizó la D23, vale decir, el fandom fest de Disney con conferencias, conciertos, encuentro con las estrellas del mundo Disney y sobre todo anuncios, anuncios de lo que se viene en el resto de 2023, 2024 y 2025. La primera gran noticia es la vuelta de Robert Downey Jr a las pantallas de la factoría. Después que hay nuevas películas de “Los increíbles”, “Toy Story”, “Daredevil”, “Tron”, “Los 4 Fantásticos”, “Frozen 3”, “Moana”, Zootopia 2 y dos que sacan del cómic y la animación al cine real. “Mufasa y Scar” es la precuela del Rey León que explora la relación de los hermanos, padre y tío de Simba, y “Blanca Nieves y los Siete Enanos”. Mientras en esta misma onda, Netflix ha anunciado para bien prontico una serie animada con Mafalda como protagonista bajo la dirección del oscarizado Juan José Campanella, ganador de la estatuilla por el Secreto de sus ojos en 2010.
En lo que a nosotros respecta, hemos pasado la semana viendo la tercera temporada de “The Bear” quien pretende seguir la ruta ganadora en la categoría serie de comedia los pasados años. Esta vez la serie casi se detiene para profundizar un poco más en los traumas y complejos de los personajes tanto en lo familiar y profesional. Los cameos y la incursión de una inmensa Jamie Lee Curtis le han dado mayor peso y brillantes a un seriado que tiene a Jeremy Allen White como principal reclamo en el reparto. Una puesta en escena y hasta culinaria (la serie va de eso precisamente de las cocinas, restaurantes, los chef y los sou chef) de altísima factura visual. También le hemos dado un repaso a “Those about to die” (Los que van a morir) con un Anthony Hopskins con pocas pero determinantes apariciones en los 10 episodios que conforman la miniserie. Los que van a morir son aquellos que en tiempos de Vespasiano emperador, se disputan sus vidas y dineros y el aplauso de la plebe en el Circo Máximo en las carreras de cuadrigas y las luchas a muerte entre los gladiadores. No faltan historias de burdeles, sexos, francachelas, salas de apuestas y of course, faltaba más, las eternas conspiraciones, traiciones y demás sucedáneos de una Roma imperial a las puertas del fallecimiento del emperador y el ascenso de su sucesor, Tito y Domiciano.
De “Deadpool y Lobezno”, “Mi villano Favorito 4”, “Twister” en la gran pantalla les hablaremos la semana próxima.
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Terminan los Juegos Olímpicos en París. Los que debieron ser los mejores de la historia por poco no lo fueron. Algunas sombras propias de los galos atentaron contra sí mismos. Y no es que la ceremonia de apertura no fuera lo grandiosa que prometieron – la ciudad toda como un estadio- que lo fue sino que ese ingrato sabor a woke, a progresismo, le restó brillo. La modernidad a troche y moche tampoco deja buenos réditos. La Villa Olímpica pecó en lo ergonómico, lo orgánico, dietas inasumibles en los comedores y apuestas climáticas poco soportables (mucho calor) en sus espacios y ambientes. El Río Sena, apuesta gubernamental de envergadura, que deslumbró el día uno decepcionó el día diez cuando se realizaron las pruebas de Triatlón. Las lluvias dijeron.
De resto hemos disfrutado de las hazañas de los verdaderos reyes de la competencia, los atletas. Hemos seguido con pasión la natación en sus varias modalidades y géneros (Leon Marchand una maravilla al igual que Thomas Ceccon, Sara Sjóstronm, Summer McIntosh) , a las y los gimnastas -Simon Biles, entre otras-, a clavadistas como Tom Daly incluidas sus tardes de bordado en las gradas; Armand Duplantis en con la pértiga, Nos alegramos por Djokovic pero si nos supo amarga la plata de Carlos Alcaraz para quien queríamos más. Excelentes sin duda con el oro olímpico de la selección española de fútbol y vibramos con las pruebas de velocidad en atletismo: Noah Lyles sin llegar a deslumbrar y a pesar del Covid 19, nos emocionó con sus tiempos en pista. Cuando escribo en EE.UU. Se batía en duelo con Serbia por el oro olímpico en baloncesto.
Hoy es la clausura (2pm hora de Venezuela) será en el Stade de France (Saint Denis) y Thomas Jolly -el blasfemo- tendrá su revancha. Se han conocido pocos detalles. Durará unas dos horas, se llama “Records” será algo muy visual, acrobático y operístico, muy cercano a la ciencia ficción. Algunos artistas franceses ganadores del Grammy Phoenix y Air se han dejado colar dentro del cartel de artistas, Billie Eilish, Snoop Dogg y Red Hot Chili Peppers, también. Tocará a la alcaldesa de Los Ángeles próxima sede de los juegos recibir el testigo, la bandera olímpica y es cuando veremos saltar a Tom Cruise en el Stade de France y de ahí a las colinas de Hollywood para la presentar a la ciudad del oeste de los Estados Unidos como sede olímpica en 2008 donde también se verá a Ryan Gosling, Eva Mendes y Leonardo Di Caprio.
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El ritmo de la ciudad ha caído. Cafés, restaurantes y bares dan cuenta de la baja asistencia estos días. Supermercados, farmacias y bodegones en menor medida, pero también. Algunos piensan que de mantenerse la situación volver a los horarios de pandemia y al trabajo por grupos de los empleados. La ciudad, la alcaldía no ha dejado de prestar sus servicios con la frecuencia debida y hemos visto al alcalde apersonado en las áreas más sensibles. La Cámara Municipal si piensa reducir su jornada y sesionará una vez por semana. La gobernación idem y los trabajos de la futura Zona11, la recuperación de ambulatorios y hospitales, así como los aportes de soluciones de la Lotería del Zulia son buena muestra de ello. También los esfuerzos de la primera dama siguen dando frutos con las Casas del Abuelo que se han inaugurado estos días, en particular en el Oeste de Maracaibo. El miedo y la incertidumbre es el principal catalizador y en los sectores populares más pues es donde mayor se ha enfocado la labor de los cuerpos de seguridad pos 28J. Parece mentira, pero es.
@ellibrero
