Ni siquiera el presidente estadounidense Joe Biden, en su peor momento, propondría algo como esto
El gobierno brasileño se volvió loco. Propone nuevas elecciones en Venezuela. Ahora bien, ¿para qué? ¿para que Nicolás Maduro, el dictador, vuelva a intentar otro fraude como lo hizo hace dos semanas?
¿Por qué Maduro aceptaría la propuesta si dice que fue reelegido y tiene antecedentes electorales que lo demuestran? ¿Y por qué la oposición lo aceptaría si dice que ganó las elecciones, según las actas que tiene en su poder?
La oposición mostró copias del 80% de las actas y confirman que su candidato fue elegido con el doble de votos que Maduro. Organismos internacionales certificaron la validez de las actas.
Maduro oculta las actas que indicarían su victoria. Afirma que el recuento de votos fue interrumpido porque el sistema de procesamiento electrónico sufrió un ataque de piratas informáticos.
¿Quién sería el encargado de impulsar unas nuevas elecciones en Venezuela como imagina el gobierno brasileño? ¿El sistema de justicia electoral controlado por Maduro, que también controla a policías y militares?
«Si ambas partes creen que han ganado, nadie tiene nada que temer», argumenta Celso Amorim, asesor de Lula, refiriéndose a Maduro y la oposición encabezada por María Corina Machado.
Según el periódico Valor Econômico, Lula, la semana pasada, durante la última reunión ministerial, sugirió la celebración de nuevas elecciones en Venezuela como una forma de resolver el impasse.
Amorim está buscando, al igual que Lula, una salida al lío en el que se encuentran. No quieren admitir que las elecciones estuvieron amañadas, pero no tienen forma de reconocer la falsa victoria de Maduro.
Entonces treparon el muro y no saben cómo bajar. No saben cómo o no quieren bajar. Fueron demasiado lejos. Y Lula teme que se dañe su imagen si el caso no se resuelve pronto. No parece que así sea.
Sólo Brasil, Colombia y México insisten en el cuento de que Maduro debería presentar las actas para compararlas con las actas de la oposición. México da señales de desembarcar de este barco.
En una declaración preliminar emitida ayer, el panel de las Naciones Unidas dice que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela no respetó los preceptos básicos de una elección creíble.
Según la historia de la ONU, fue algo sin precedentes en unas elecciones democráticas contemporáneas. A Maduro no le importa. Cree que todo acabará siendo así.
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