Nicolás Maduro se atornilla al poder en Venezuela pese al fraude, pero con más represión, bloqueo de internet y persecusiones

134

El 10 de enero de 2025 es el día que le corresponde a la toma de posesión del presidente electo de Venezuela. Ese día, el país “tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo presidente y comandante en jefe». Así, por lo menos, lo cree María Corina Machado, quien le ha ofrecido a Nicolás Maduro «garantías, salvoconductos e incentivos». 

Esta postura de Machado es un giro en su discurso, el cual hace unos años era más radical y pedía cárcel y castigo para los jerarcas del chavismo. Sin embargo, al parecer ha emprendido un proceso en el que la clave es la negociación, aunque, de momento, no se conocen los términos y si realmente está avanzando.

Además, Maduro también se ha negado a los ofrecimientos, incluso el que hiciera el presidente de Panamá, José Mulino, sobre un asilo político en su país. Al parecer el chavismo está negado a cualquier cosa que no sea permanecer en el poder aún si eso incluye la fuerza y represión que ya deja más de 2.000 detenidos, 22 muertos y mucho miedo entre los ciudadanos. 

“Se deja llevar por los gringos, muy lamentable que haya empezado con mal pie. Presidente de Panamá, trataré de aprenderme su nombre, pero quien se mete con Venezuela, se seca”, le respondió Maduro a Mulino.The video player is currently playing an ad. You can skip the ad in 5 sec with a mouse or keyboardContinue watchingReportan el bloqueo de la página web de Proton VPN en proveedores de Internetafter the ad

Toda esta situación viene derivada luego de que Maduro fue declarado ganador de las elecciones del pasado 28 de julio tras el cuestionado aval del Consejo Nacional Electoral (CNE) de mayoría chavista, quien al filo de la noche de ese domingo dio como ganador al oficialismo. Sin embargo, hasta la fecha, el CNE no ha mostrado las actas que ratifican dicha victoria. De hecho, el único rector opositor del ente electoral se encuentra bajo perfil de las autoridades porque ha recibido amenazas en los últimos días.

El viernes, al salir del Tribunal Supremo de Justicia -controlado también por el chavismo y del que se espera una sentencia que respalde el triunfo del oficialismo- Maduro dijo que la «única negociación» con Machado es que la opositora se «entregue ante la justicia». Y agregó que el único que tiene que negociar en este país con Machado es el fiscal general. «Que se entregue ante la justicia, dé la cara y responda por los crímenes que cometió. De verdad es la única negociación que cabe aquí», sentenció Maduro.

Así las cosas, han pasado dos semanas de las elecciones y el CNE no ha publicado los datos de las 30.026 actas de votación. Además, suspendió tres auditorías obligatorias para validar los resultados en los que, según ellos, Maduro ganó con 6’408.844 de votos mientras que el abanderado de Machado, Edmundo González, obtuvo 5’326.104. El organismo alegó que un ataque cibernético a sus sistemas ha impedido la publicación detallada de los datos, algo que no ha podido ser demostrado, tal como lo aclaró el Centro Carter, cuyos observadores salieron del país y luego declararon que los datos indican que el ganador es González y no Maduro.

La oposición, en cambio, publicó las actas en un sitio web y concluyó que González ganó con 7’303.480 votos frente a 3’316.142 de sufragios de Maduro. Y es que, ese 28 de julio, cientos de miles de opositores repartidos por todo el territorio venezolano recopilaron las actas que emiten las máquinas de votación en cada puesto para certificar su victoria. Esas son las mismas que hoy debe tener el chavismo y que se niegan a dar a conocer al público.

Esto impulsó las reacciones de la comunidad internacional. Pareciera que Colombia, Brasil y México -con el respaldo de Estados Unidos- buscan una salida pacífica. Además, los tres países latinoamericanos fueron enfáticos en su último comunicado, en el que exigen que sea el CNE y no el TSJ el que valide los resultados.

Galopante incertidumbre

Lo cierto, hasta ahora, es que la incertidumbre avanza sobre Venezuela, una nación que lleva varios días con bloqueos a internet ordenados por Maduro y ejecutados por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). No funciona la red social X, Microsoft Teams, portales informativos (como El Tiempo) y otros más. Solo es posible acceder a ellos con VPN (una red privada virtual), pero que no toda la población sabe usarla.

En las zonas populares, los civiles armados llamados colectivos chavistas mantienen bajo una especie de toque de queda a los ciudadanos impidiendo las protestas que orgánicamente se empezaron a formar durante la semana pasada.

Analistas tienen miedo de emitir opiniones por temor a ir a la cárcel y cuyas detenciones han quedado registradas en transmisiones en vivo.

“No sabemos qué incentivos está ofreciendo el equipo de Machado y la comunidad internacional a Maduro y a los otros miembros del gobierno, pero son muy difíciles que sean aceptados porque eso significaría reconocer de una u otra manera de que lo que se ha hecho hasta ahora con el CNE es entonces una manipulación de la voluntad popular”, dice a El Tiempo un analista experto en negociación que prefirió reservar su identidad..

Machado ha dicho que los puntos claves para una negociación son el reconocimiento de resultados del 28 de julio, una transición democrática, ordenada y estable. Otorgar garantías, salvaguardas e incentivos y que en el proceso participen los líderes en los que el pueblo confía.

Además, la líder opositora adelantó la tarde del viernes, en una transmisión en vivo con la famosa influencer venezolana radicada en Miami, Lele Pons. En esa charla, Machado adelantó que próximamente habrá una gran manifestación mundial, pero sin dar más detalles.

“Si el gobierno no siente que más allá de los incentivos, hay una presión realmente efectiva o que internamente haya un colapso del sistema, va a ser muy difícil que el gobierno dé su brazo a torcer”, por eso “la comunidad internacional tiene obligatoriamente que presionar tanto a personas como a instituciones del gobierno venezolano”, insiste el analista.

Para otros, “las verdaderas negociaciones ni se saben ni se conocen. El único que tiene posibilidades de ofrecer algo cuantioso y de calidad como alternativas para ceder el poder a Nicolás Maduro serían los Estados Unidos”, dice a El Tiempo el analista político Carlos Zambrano.

Para este experto, la administración estadounidense es quien tiene la potestad de levantar las sanciones que molestan a los jerarcas del chavismo porque “Machado no posee las herramientas, aunque en efecto encarne un liderazgo emocional y de canalizaciones de voto castigo al establecimiento político tradicional”.

Maduro aseguró el viernes que “no es fácil” hablar con un representante de Estados Unidos, porque además hay “vacío de poder”. “Ellos sí están en una transición, no se sabe para dónde. Siempre estaremos listos para hablar, no como esclavos, no como colonia”. Maduro también reveló que “muchos” en Estados Unidos lo llaman.

Aunque no se conocen a fondo los incentivos que ahora se estarían ofreciendo, en junio, Jorge Rodríguez, jefe del comando de campaña de Maduro, aseguró que “los gringos” llevaban tiempo ofreciendo incentivos.

“A mí me lo dijeron en México en una reunión que los gringos pidieron. Maduro me dijo ve a ver qué quieren esos gringos”, dijo Rodríguez y luego agregó que los estadounidenses (no mencionó cuáles funcionarios) ofrecieron a Maduro “escoger el país del mundo al cual se quiera ir”.

“Le damos los millones de dólares. A la primera combatiente, Cilia Flores, le tenemos una mansión en República Dominicana, no le vamos a tocar”, reveló Rodríguez al tiempo que dijo que la respuesta de Maduro siempre ha sido mandar “al carajo a los gringos”.

Pero Maduro, al ser interpelado por periodistas al salir del TSJ, sobre los ofrecimientos estadounidenses, respondió: “Dame respeto a Venezuela, respeta esta Constitución, respeta la patria de Bolívar. No te metas en asuntos internos de Venezuela, es lo único que le pido, que me den lo que sea. Si Estados Unidos me concediera tres deseos, yo le pediría respeto a la democracia venezolana, respeto a la independencia y que lleguemos a un acuerdo de entendimiento por 50 años”.

El Tiempo de Bogotá