María Corina Machado, con amenazas contra su vida, convoca para el sábado concentraciones por toda Venezuela

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«El país nos necesita firmes, organizados y movilizados. Rindamos tributo a cada uno de los héroes que hicieron valer y defender la victoria del domingo. Muchos de ellos son perseguidos, pero les defenderemos». María Corina Machado se dirigió al país para convocarle el sábado a grandes manifestaciones en todas las ciudades de Venezuela, después de un día de alta tensión en el que reconoció estar resguardada ante la persecución gubernamental.

La líder opositora también ha propuesto que la bandera tricolor de Venezuela presida las casas como símbolo de libertad. «¡Ganó Venezuela! Y ahora vamos a cobrar», sentenció.

Nicolás Maduro, atornillado en el poder gracias a la represión, reaccionó de inmediato: «Hemos derrotado la primera fase del golpe fascista criminal. Vamos por ellos y el fascismo en Venezuela no pasará, se lo garantizo. Háganme la denuncia de los delincuentes fascistas para irlos a buscar. Voy a proteger al pueblo, calle por calle, barrio por barrio», bramó el «presidente pueblo».

María Corina Machado ha decidido ponerse a resguardo ante la fuerte represión chavista contra la disidencia. Así lo ha anunciado la líder opositora a través de un artículo de opinión en el diario estadounidense The Wall Street Journal.

«Escribo esto temiendo por mi vida, mi libertad y la de mis compatriotas. Podría ser capturada mientras escribo estas palabras», asegura Machado.

«La mayor parte de nuestro equipo se encuentra actualmente refugiado, y los de la embajada de Argentina temen una redada inminente», incide la opositora sólo horas después de que el propio Nicolás Maduro la amenazara durante una arenga a los medios internacionales en el Palacio de Miraflores.

«El cobarde y criminal de Edmundo y la fascista de extrema derecha de Machado deben estar tras las rejas», vociferó el hijo de Chávez en el Palacio de Miraflores, a la vez que acusaba a EEUU, corresponsales extranjeros, redes, al narcotráfico y a varios gobiernos latinoamericanos de participar en la supuesta conspiración contra él.

«La represión debe cesar de inmediato, para que pueda haber un acuerdo para facilitar la transición a la democracia. Hago un llamado a quienes rechazan el autoritarismo y apoyan la democracia para unirnos al pueblo venezolano en nuestra noble causa. No descansaremos hasta que seamos libres», prosiguió Machado.

Desde la noche del domingo, cuando cientos de miles de ciudadanos defendieron los votos en los colegios electorales, el chavismo ha desencadenó una feroz represión.

El Plan Terror se ha cobrado la vida de 20 jóvenes, herido a más de 100 y ha llevado a las mazmorras a más de 1.000 manifestantes. «Los venezolanos hemos cumplido con nuestro deber. Hemos votado para expulsar al señor Maduro. Ahora le toca a la comunidad internacional decidir si tolerar un Gobierno manifiestamente ilegítimo», sentenció la líder opositora.

Horas antes de hacerse público este artículo, Machado envió un audio a sus comandos de campaña ante la sacudida sangrienta del Gobierno y la persecución iniciada contra los opositores. Freddy Superlano, uno de los principales dirigentes de la oposición democrática, cayó víctima de una emboscada el martes y su paradero es desconocido.

«Son horas muy duras, pero vamos a triunfar», se mantuvo firme en un intento de levantar el ánimo a su gigantesca estructura ciudadana, casi un millón de héroes anónimos, en una Venezuela bajo asedio, en la que los barrios más humildes entierran estos días a una veintena de jóvenes asesinados por los paramilitares y los guardias nacionales.

Y precisamente cuando los comanditos electorales, compuestos por ciudadanos que defendieron el voto durante el 28-J, están en el ojo del huracán. «Los mercenarios nazi fascistas, integrantes de los mal llamados comanditos, entrenados y utilizados por la ultraderecha racista, serán capturados y sometidos a la justicia uno por uno», amenazó el general Domingo Hernández, jefe del Comando Estratégico Operacional.

Todo ello en un país donde las detenciones son tan arbitrarias como abusivas, tan parecidas a las ejecutadas por los escuadrones de la muerte durante las dictaduras latinas del siglo XX. Los detenidos no cuentan con sus abogados y, además, buena parte de ellos son trasladados a cárceles con delincuentes comunes.

«Debemos mantenernos primero protegidos y libres en la medida de lo posible. Estamos avanzando mucho, el mundo está maravillado con lo que hicimos, con la defensa del voto y las actas. Esa batalla la ganamos, vienen otras. No sabemos cuánto va a durar. Ganar duró mucho tiempo, cobrar también puede tomar algún tiempo. Así que hay que resistir y para eso hay que cuidarse, confiar en la gente, que sepan que estamos con ellos y que no los vamos a abandonar jamás, porque vamos hasta el final y vamos a ganar, a cobrar y a celebrar», alentó en un audio Machado, que también ha anunciado por primera vez que ya se preparan grandes movilizaciones. Fuentes opositoras confirmaron a EL MUNDO que se prepara la primera para este sábado en Caracas.

Las protestas hasta ahora fueron espontáneas, fruto de la indignación nacional ante el mayúsculo fraude electoral orquestado por el chavismo. Maduro fue proclamado presidente electo el lunes cuando no hay todavía ni una sola estadística oficial, por centros o mesas, de lo ocurrido el domingo. El supuesto e increíble ataque informático desde Macedonia del Norte es una excusa en la que nadie cree, primero porque las autoridades previamente habían anunciado que el sistema era inviolable y segundo porque el laboratorio de monitoreo Kaspersky, que detecta ciberataques mundiales, aseguró que nada había ocurrido el pasado domingo.

Los agentes represores se quedaron con las ganas de asaltar la sede de la embajada Argentina en Caracas, donde desde ayer ondea la bandera brasileña. El gigante suramericano no sólo se ha hecho cargo de la representación de Buenos Aires, también de la seguridad de los seis estrechos colaboradores de Machado refugiados allí desde hace meses.

Daniel Lozano/ El Mundo