Ender Arenas: No hay día que no llegue ni plazo que no se cumpla

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Y llegó el día, ese que todos habíamos esperado, no desde ahora, sino que ha sido una espera larga después de tantos actos fallidos. Hemos tenido que atravesar lo indecible para llegar hasta hoy, donde el pueblo se movilizará para volver a conquistar la democracia y el modo de vida que tuvimos hasta 1999 y por el cual hoy tenemos nostalgia.

La movilización es importante y será crucial para conseguir una victoria contundente.

Y, aquí, vale una aclaratoria, no es que la gente no se haya movido, lo ha hecho, y bastante, por ejemplo, aquella que la historia registra como la más grande movilización cívica producida en el país, pero, las agendas ocultas de los mismos que, habían desacreditado a la democracia, pretendieron capturar los resultados de las mismas y dio al traste con la movilización de la gente en un abril de 2002.

Desde entonces la gente no volvió a la calle con la misma calidad movilizadora… hasta ahora. Hoy hay un nuevo estado de ánimo, que ha renovado esperanzas y anhelos por el cambio y ha dado lugar a un enorme movimiento ciudadano que ha superado a las estructuras partidarias, a las viejas y también a las nuevas. Y, se quiera o no, MCM es hoy el factor fundamental de la oposición y a ella se le debe, a la emocionalidad casi religiosa, que ha levantado, el nuevo movimiento que ha despertado al venezolano.

Y ha producido un cambio en el venezolano de hoy, que ha superado al miedo que lo inmovilizaba y el embelesamiento que un enorme seductor como Chávez había producido.

De aquel venezolano, indiferente, que no movió un dedo ante la muerte de un pequeño productor agrícola, de apellido Brito, que se dejó morir en su protesta ante el robo de su tierra por el régimen y por el contrario lo desterró a la tierra del olvido, al venezolano de hoy hay un trecho enorme. El venezolano de hoy que encara a la dictadura y a su claque gobernante. Ese cambio se le debe al movimiento que encarna MCM.

Una nota aparte para señalar, que ese logro no siempre ha sido reconocido. He leído en infinitud de artículos de opinión, entrevistas, foros y hasta videos de Instagram, a analistas, encuestadores, etc. muchas veces con rabia políticamente inexplicables, como la leída y escuchada a Enrique Ochoa Antich, las ”sofistas explicaciones” de Luis Vicente León,  las de rivales  políticos como Carlos Prosperi, Antonio Ecarri, devenido a última hora en un furioso militante de la más odiosa gerontofobia y otros ninguneándole a Machado su liderazgo y su conexión emocional, política y “espiritual” con los venezolanos, que en las horas más menguadas de la oposición venezolana, se hizo cargo de las demandas, los sentimientos y el sentido y naturaleza de la gente.

Ha sido una enorme campaña que le dio una vuelte de tuerca al estado de ánimo de la gente y que, como bien señala Ibsen Martínez en su artículo en Letras libres de esta semana: “Hace menos de nueve meses, no daba un níquel por el futuro político de Machado” y liquidó la opinión, sostenida por algunos opinadores que: “c…..con desvergüenza (afirmaban) de que el candidato debía ante todo “hacerse potable” para Maduro, para garantizar el diálogo y la gobernabilidad en una hipotética transición”

Así que, después de todos los obstáculos, de inhabilitaciones, amedrentamientos, persecuciones, amenazas de derramamiento de sangre y de guerras civiles, el venezolano el domingo se dirigirá a votar por la libertad, por la reunión con sus familiares, por conocer a los que han nacido en otras tierras, nietos e hijos de la diáspora, por la superación de la pobreza, la inseguridad, la recuperación de los servicios públicos, la salud y una educación de calidad. …. Y el lunes se iniciará el camino para reestablecer definitivamente la democracia, mientras la dictadura empezará a decir adiós y los venezolanos les diremos a sus gobernantes: ¡Nunca más, nunca más!

@enderarenas