El Tiempo: ¿Qué tan posible es la hipótesis de fraude en las presidenciales del 28 de julio?

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El papel activo lo tiene la ciudadanía y salir a votar masivamente es el antídoto ante la incertidumbre del fraude, considera Enrique Márquez, exrector del CNE y ahora candidato presidencial. Advierte que es el mismo gobierno “el que genera inquietud y zozobra” porque lo que quiere “es generar abstención, falta de credibilidad, con el fin de grabar en la mente de la gente que no hay opción”

La mesa está casi servida en Venezuela. Edmundo González y Nicolás Maduro se medirán el domingo 28 de julio en elecciones presidenciales que tienen en vilo no solo al país sino a la comunidad internacional. Las encuestan dan como ganador al opositor González, mientras el chavismo insiste en que ganará la votación.

En las calles venezolanas hay incertidumbre, esperanza, incredulidad y temor. El miedo es palpable entre los ciudadanos -según comentan entrevistados en Caracas por EL TIEMPO-por tres variables: la posibilidad de que se suspenda la elección, que no dejen participar al opositor Edmundo González o que “haya fraude y gane el chavismo”.

Es el caso de Laura Monasterios, una mujer que acompañó la caravana de María Corina Machado y Edmundo González desde Chacaíto hasta El Marqués, en Caracas, el día del inicio de campaña el 4 de julio. Fueron unas tres horas de caminata. “Vine a escuchar a Edmundo, a María Corina, a ver si se logra salir del chavismo”, dijo a este diario mientras lucía cansada por la caminata pero sonriente.

Aunque Monasterios va a votar por la oposición, no está convencida o más bien tiene “miedo” de que no se pueda lograr la victoria. “Somos más, lo sé, pero me da miedo lo que haga el chavismo”, exclamó Monasterios con su pancarta. A los 43 años de edad, espera “un cambio”.


La voz del fraude que le susurra al oído a la gente en Venezuela
Desde 2004, el sistema de votación en Venezuela es automatizado. Existe toda una infraestructura tecnológica que hasta el momento no ha arrojado indicios de que se pueda hacer fraude con ella. Las irregularidades que en otras oportunidades se han denunciado, y que tienen incidencia en los votos en su mayoría están relacionadas con el voto asistido (acompañar al votante), la coacción o las amenazas.


Los dos eventos en los que se ha cuestionado al Consejo Nacional Electoral fueron las elecciones de gobernadores en el estado fronterizo Bolívar, en 2017, cuando la oposición aseguró que le fue arrebatado el triunfo porque al menos 11 actas no coincidían con los resultados, y en diciembre de 2023 en la consulta para el territorio Esequibo. La poca presencia o ausencia de la oposición en esos dos eventos dio rienda suelta al chavismo.

Pero el susurro del fraude sigue presente. María Corina Machado, inhabilitada, pero impulsora de la candidatura de Edmundo González, cree que una victoria de Maduro -quien apuesta por su tercer período consecutivo- «solo sería posible mediante la fuerza, bloqueando las elecciones o cometiendo un enorme fraude”. Así lo ha dicho en varias intervenciones y entrevistas.

Precisamente ese es el miedo que tienen muchos, como Laura Monasterios.

Las palabras de María Corina Machado tienen eco en las encuestas. El último sondeo de la firma Meganálisis, del 11 de julio, abrió la brecha entre González y Maduro. Según el estudio, la oposición obtendría 71,9% de los votos, mientras que el chavismo se quedaría con el 12,1%. Hasta hace unos 15 días los pronósticos eran 50-20 a favor de la oposición.


«No es posible el fraude»: la teoría de candidatos y expertos
Enrique Márquez fue rector del CNE y ahora es candidato presidencial para la jornada del 28 de julio. Él y González fueron los únicos que se negaron a firmar un acuerdo de garantías que propuso Nicolás Maduro en el CNE.

Márquez dice que tomará las mejores decisiones llegado el último momento, pero que su interés es que los venezolanos tengan una opción por quien votar. Son 10 los candidatos, además de Maduro: siete son tildados de chavistas o colaborares.

Pero para el exrector del CNE, que habló en una conferencia de prensa, es el mismo gobierno “el que genera inquietud y zozobra” porque lo que quiere “es generar abstención, falta de credibilidad, con el fin de grabar en la mente de la gente que no hay opción”.

Como conocedor del sistema electoral, para él “el fraude solo existirá si la oposición no participa y si el pueblo no vota. El voto comprometido es la defensa”.

Márquez considera además que el papel activo lo tiene la ciudadanía y que salir a votar masivamente es el antídoto ante la incertidumbre del fraude.

Para el periodista Eugenio Martínez, con amplia experiencia en el sistema electoral venezolano, la tesis de fraude tampoco es posible. Incluso destaca constantemente que el sistema ha sido auditado internamente por la oposición y la veeduría internacional y asegura que hasta ahora no hay prueba de que se pueda manipular el software ni el hardware.

Martínez también explica en sus redes sociales que las máquinas “generan códigos no secuenciales que evitan saber el orden de los votantes. Cada vez que entran cinco votos, la máquina reordena para evitar reconstruir la secuencia”.


¿Cómo es el proceso de votación en Venezuela?
Son 30.026 máquinas habilitadas para el 28 de julio en todo el país y serán 21.620.705 ciudadanos con derecho a voto.

El proceso, en teoría, es sencillo y consta de una “herradura”, por la disposición de las estaciones. Los pasos serán cuatro:

Estación de identificación: El votante entrega la cédula de identidad al miembro de mesa para que verifique sus datos en el sistema de autenticación. El votante pone sus huellas dactilares en el lector y con ello se desbloquea la máquina de votación.

Estación de voto: El votante avanza hasta la máquina de votación, que está protegida para que no se vea por quién vota. Se debe pulsar el rostro del candidato y luego la palabra «votar». La máquina imprime un comprobante.

Estación de depósito: El ciudadano sale de la máquina y lleva el comprobante a la caja para depositarlo.

Estación cuaderno de votación: El votante finaliza en el cuaderno de votación. Allí debe firmar y poner su huella justo donde aparece su nombre.

El Tiempo de Bogotá/