Hugo Delgado: La fuerza del mercado

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En Colombia, la economía de mercado está demostrando su vigor histórico, dice el investigador, docente y economista de la Universidad del Zulia (LUZ) y de la Universidad del Atlántico, Rafael Portillo. Hay un arremetida muy fuerte contra la estructura funcional del país, y como lo afirmaba a finales de 2023, el ex ministro de Hacienda del partido Conservador durante el gobierno de Juan Manuel Santos, Mauricio Cárdenas, la actual gestión de Gustavo Petro, está haciendo todo lo contrario de lo que necesita la nación para crecer.

Actualmente hay una confrontación de fuerzas entre las instituciones y el ejecutivo, un ataque frontal contra la sociedad, la estructura jurídica, militar y policial; su economía, afirma el catedrático, se ha mantenido porque es sólida y el país tiene una tradición fundamentada en el modelo de mercado.

En esta batalla, el gobierno de Petro se ha caracterizado por la corrupción y la ineptitud, nada nuevo porque ya en la Alcaldía de Bogotá lo había demostrado. Esta vez utiliza el poder de los recursos que está controlando y que aspira manejar, para fortalecer sus redes clientelistas y las sociales que irrigan de mentiras o desinforman para crear escenarios anárquicos.

Nada nuevo en un izquierdista que basó su campaña en la violencia, la mentira y la corrupción, este último factor estimulado por la falta de valores de una dirigencia política más interesada en sus ambiciones particulares, incapaces de meditar sobre las consecuencias, sobre los impactos sociales y el futuro de la nación.

Con esa mentalidad cortoplacista, explica Portillo, se contradice la visión de estadista, porque se están limitando a buscar el beneficio particular, tal como lo están demostrando los partidos Conservador, Liberal , el de la U y otras agrupaciones políticas, que le están haciendo el coro a Petro, sin medir lo que va a pasar.

Esta actitud y comportamiento de estos partidos y de la anarquía institucional, conlleva en el fondo a crear unas condiciones de caos, a través de la violencia generalizada, la amenaza constante de Petro y sus cuestionados ministros. Muchos analistas y grupos de opinión pública, insisten en comparar lo que sucede en Colombia y la realidad venezolana, obviando que los contextos son diferentes.

El Estado venezolano es rico y controla la renta petrolera, advierte el catedrático, en Colombia los recursos públicos provienen de la sociedad y del sector privado, y esa es una gran diferencia. Petróleos de Venezuela (PDVSA) pertenece al Estado y el Presidente de la República prácticamente la manejó a su antojo, especialmente con Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Para Portillo la esperanza en Colombia se centra en su estructura económica e institucional, claro está que la izquierda mundial está avanzando, sin mostrar muchos resultados pero son un peligro para las democracias y las economías de mercado. Una reacción sobre esta amenaza implica rescatar los valores y que las organizaciones políticas tomen conciencia sobre los intereses generales, que van más allá de los particulares.

Sobre las proyecciones de Mauricio Cárdenas, la economía colombiana está pasando un mal momento, sin visualizarse ningún plan que permita una corrección de rumbo, incluso Ecopetrol que es la empresa bandera del sector se está debilitando, lo que afecta la inversión social y en infraestructuras básicas, lo que unido a un país que tiene graves problemas de desigualdad y pobreza, deja poco espacio para visualizar un futuro optimista.

Las finanzas públicas se están debilitando y la inflación se ha mantenido controlada debido a las políticas monetarias del ente autónomo Banco de la República que le ha permito frenar las locuras del gobierno. Por otra parte, la tasa de desempleo sigue alta, aunque el ejecutivo insiste en aumentar el gasto burocrático para mejorar esta cifra.

Según el Índice de Seguimiento de la Economía del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en el último mes hubo un crecimiento de poco más del 2%. Portillo advierte que este porcentaje es engañoso porque la economía está estancada y la inversión nacional e internacional cayó, con el agravante que no hay ningún plan del gobierno coordinado con el sector empresarial.

En un reciente foro con la Asociación Bancaria, Cárdenas les daba unas sugerencias a los empresarios para que no le prestaran tanta atención a las declaraciones desalentadoras del presidente Petro, recomendó que el sector privado trabajara y construyera su propia agenda para evitar que las políticas oficiales afecten totalmente al sector.

La invitación a reaccionar ante las acciones del gobierno de Colombia, es una salida positiva ante un escenario complejo y difícil de manejar porque los efectos sobre la sociedad no son nada positivos y hay que contrarrestarlos para evitar que los indicadores de pobreza, desempleo y crecimiento sean arrastrados por una gestión desacertada.

El objetivo sería sobrevivir a la tormenta actual, evitar que la economía se agrave, y esperar que la próxima gestión aplique un plan que revierta las condiciones de la sociedad, genere confianza para la inversión y estimule el aparato productivo, para así contrarrestar el daño que se está causando actualmente.

@hdelgado10