Confinado en Nueva York durante gran parte de las últimas seis semanas debido a su juicio penal en Manhattan, el expresidente Donald Trump hizo campaña el jueves en el sur del Bronx, uno de los mayores bastiones demócratas del país, en un intento de cortejar a los votantes hispanos y negros.
Trump se dirigió a sus seguidores en Crotona Park, un espacio público en un vecindario que se encuentra entre los más diversos y empobrecidos de la ciudad, un marcado contraste con respecto a las áreas de mayoría blanca donde realiza la mayoría de sus mítines.
Si bien la multitud no era tan diversa como la población del sur del Bronx en su conjunto, sí incluía un gran número de votantes negros e hispanos. Y Trump, en su discurso, se presentó como un mejor presidente para ellos.
Lo hizo criticando al presidente Joe Biden por su política en materia de inmigración, un tema que el republicano ha convertido en fundamental en su campaña. E insistió en que «el mayor impacto negativo» de la afluencia de inmigrantes en Nueva York es para la población negra e hispana, que «están perdiendo sus empleos, perdiendo sus viviendas, perdiendo todo lo que pueden perder».
Algunos en la multitud respondieron coreando gritos a favor del muro en la frontera con México, en referencia a lo que fue la bandera de la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca en 2016.
Aunque la campaña del virtual candidato republicano ha hecho varios eventos en su ciudad natal, obligado por el juicio, el mitin del Bronx fue su primer gran evento abierto al público en general.
Trump dijo que puede ganar en Nueva York, un estado abrumadoramente demócrata que no ha respaldado a un republicano para la presidencia desde Ronald Reagan en 1984.
«La estrategia es demostrar a los votantes del Bronx y Nueva York que esta no es la típica elección presidencial, que Donald Trump está aquí para representar a todos y volver a encarrilar a nuestro país», dijo el representante republicano de Florida Byron Donalds, un posible compañero de fórmula de Trump que creció en Brooklyn y habló en el mitin.
Si bien Trump estableció su residencia en Florida en 2019, el expresidente insistió en recordar que es originario de la ciudad. “Si un neoyorquino no puede salvar a este país”, continuó diciendo, “nadie podrá”.
Univisión