Traducir la ventaja que muestran las encuestas en una victoria en las urnas no será una tarea sencilla para la oposición venezolana, advierten expertos. La organización de los partidos y los electores que deseen un “cambio” será clave el día de la elección, dicen.
Para ganar las elecciones y defender un resultado favorable, la oposición venezolana necesita una participación masiva del electorado, miles de testigos de mesa y el concurso de la observación internacional, dijeron analistas políticos críticos del gobierno de Nicolás Maduro.
Más de 21 millones de venezolanos están convocados a elegir el 28 de julio a su presidente por los próximo seis años. Entretanto, las encuestas de firmas privadas dan ventaja al candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, respaldado por María Corina Machado, ganadora de la primaria pero inhabilitada por el oficialismo.
Un sondeo de Consultores 21 refleja una ventaja de 13% del aspirante opositor sobre Maduro, el presidente y candidato a la reelección por el chavismo. Datincorp identificó que seis de cada 10 venezolanos votarían por González Urrutia en un escenario polarizado.
Los expertos dijeron además que no es lo mismo ganar la elección que concretar el triunfo. Para defender esa victoria en un sistema electoral “dominado por el chavismo”, la oposición deberá apelar a un “escudo” en forma de tridente, explicó el politólogo Leandro Rodríguez Linárez.
“El sistema electoral dominado por el chavismo hace harto difícil garantizar la transparencia del proceso, pero hay procesos clave para asegurar que la decisión de los venezolanos sea lo que impere ese día”, aseguró.
El primer paso fundamental es que haya suficientes testigos de mesa hasta en los centros de votación “más recónditos” e incluso aquellos que se estrenan como sitios de sufragio, dijo.
“Debe ser una hazaña que se asemeje a la de 2015”, cuando el antichavismo ganó las dos terceras partes de la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias, consideró.
Esos testigos de mesa deben tener “sentido de pertenencia” con el proyecto de la oposición y el anhelo de “cambio” político en Venezuela, opinó el también politólogo, consultor y profesor universitario Julio Urribarrí.
El antichavismo debe garantizar que haya “guardianes permanentes” de la votación por las horas que sean necesarias en cada centro, tal cual ha ocurrido en otras naciones de la región donde se preveía una transición política mediante el sufragio, como en el plebiscito contra la dictadura de Augusto Pinoche en Chile, en 1988.
“Que nunca se quiten de las mesas, de las máquinas, la mirada vigilante de esos testigos para minimizar la posibilidad de un fraude. Debe ser gente convencida de que ahí está su vida, el futuro de sus hijos, que nadie pueda comprarlo o sobornarlo”, indicó.
González Urrutia, Machado y la Plataforma Unitaria han apostado por la conformación de estructuras bautizadas como “comanditos”, integrados por miles de miembros de la sociedad civil y los partidos. Son organizaciones “pacíficas”, indicaron ambos líderes.
El segundo eslabón de la cadena de defensa del voto será la participación, aseguraron. Una votación masiva, dinamizada asimismo por los partidos y los electores, minimizaría la probabilidad de un resultado desapegado a la realidad, según Rodríguez Linárez.
Según encuestas de firmas como Datanálisis, más de 70% de los venezolanos manifiesta su deseo de participar en la elección presidencial de julio.
“El escudo protector de la decisión de los venezolanos serían la presencia de los testigos de mesa y la participación elevada (de los votantes) para que el régimen se vea obligado a reconocer los resultados”, dijo Rodríguez Linárez.
Los garantes internacionales
El último punto clave que apuntalaría un eventual triunfo opositor es la presencia de observadores internacionales reputados, como las misiones de las Naciones Unidas, el Centro Carter y la Unión Europea, subrayó Urribarrí, por su parte.
“La presencia de esos observadores internacionales garantiza la pulcritud del proceso. Habrá un respeto, jugarán el papel imparcial para observar lo bueno y lo malo de este proceso. No son un arma para atacar a nadie, sino para la imparcialidad”, expresó.
El poder electoral ha tenido reuniones con misiones exploratorias de los organismos mencionados, así como de otras instituciones y latitudes. Voceros del chavismo rechazaron invitar a la Unión Europea por haber prorrogado una serie de sanciones personales contra funcionarios del gobierno, si bien suspendieron una aplicada al presidente del CNE.
VOA