La palanca de las sanciones de Estados Unidos ha graduado el último tramo del conflicto político venezolano. Después de revocar hace dos semanas una de las licencias petroleras dadas en el marco del Acuerdo de Barbados, por señalar incumplimientos de parte del Gobierno de Nicolás Maduro, el subsecretario de Estado para Occidente, Brian Nichols, ha declarado esta semana que están recalibrando las posiciones tras la admisión de la candidatura de Edmundo González Urrutia, en el tercer intento de la oposición por inscribir un nombre para participar en las elecciones presidenciales, y los pasos dados para concretar la observación electoral de la Unión Europea y el Centro Carter.
En un editorial publicado en Voz de América, el funcionario estadounidense dijo: “Nos vimos obligados a suspender la Licencia General 44 sobre petróleo y gas, emitiendo una nueva licencia, la Licencia General 44A, que proporciona un período de liquidación de 45 días”.
Más adelante añadió: “También seguimos muy comprometidos con el proceso de apoyar unas elecciones competitivas. La selección de un candidato opositor unificado como Edmundo González Urrutia y su aceptación por parte de las autoridades electorales en Venezuela es un paso positivo muy importante”, afirmó.
“Esperamos ver otros pasos positivos continuos y seguimos abiertos a corresponder esos pasos positivos en el futuro”.
La revocatoria de la Licencia General 44 no significó un retroceso total al escenario de mayor cerco para Venezuela.
Estados Unidos dio un plazo hasta finales de mayo para que las empresas que iniciaron negocios con la petrolera estatal PDVSA cierren las transacciones en proceso y abrió el camino a la aprobación de licencias específicas para cada empresa que quiera continuar operando en Venezuela. Pero la presión fue suficiente para que el chavismo desistiera del bloqueo a la inscripción de una tercera candidatura unitaria de la oposición. Al menos en las formas institucionales, el Gobierno replegó su estrategia.
Maduro también desestimó la presión de Washington. “No hay sanción, no hay amenaza que, hoy por hoy, le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo, porque hoy no dependemos de nadie en este mundo, solo dependemos de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, de la unión que tenemos”, declaró cuando se echó para atrás la licencia tras seis meses de estar activa.
Florantonia Singer/ El País de España