Douglas Zabala: El fin del apadrinado

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“Les digo a los gringos vayan a casa que aquí resolveremos nuestros asuntos este 28 de julio. Nosotros venceremos». Ha dicho Padrino López ufanándose de un poder que cada vez les es más efímero. El último dictador que tuvo el país, días previos a su final, hacía los mismos alardes que usted hace. General, aquí le dejamos estos referentes históricos para demostrarle que el final de ustedes precisamente será el 28 de julio.

El 21 de noviembre de 1957 el Frente Estudiantil Universitario, inicia una Huelga de Hambre y la UCV termina allanada por el Ejército y la Seguridad Nacional.

El 01 de enero de 1958 se produce un alzamiento militar en Maracay. Hay vuelos rasantes sobre la ciudad, y tropas de Paracaidistas, toman la Gobernación del Estado, Radio Maracay, Radio Girardot, el Cuartel de la Policía y la Sede de la Seguridad Nacional.

Ese mismo día, desde Aragua el Mayor del Ejército Luis Carrillo y el Teniente José Montesino lanzan un Manifiesto informándole al país del Movimiento Insurreccional. Mientras tanto en Caracas, el Coronel Hugo Trejo, hace lo propio y lideriza la Toma del Cuartel Urdaneta.

El 10 de enero se publica en El Nacional el Manifiesto de los Intelectuales, exigiendo «la serena convivencia nacional, la libertad democrática y una armoniosa relación entre los poderes del Estado y la ciudadanía».

Entre otros estamparon su firma: Mariano Picón Salas, Oscar Machado Zuloaga, Vicente Emilio Sojo, Antonio Estévez, Lucila Palacio, Eleazar Diaz Rangel, Sergio Antillano, José Vicente Rangel, Oscar Guaramato y Cesar Rengifo.

El 21 de enero justo a las doce del mediodía se inicia la Huelga General, con Repiques de Campanas en todas las Iglesias del País. Se producen enfrentamientos entre el bravo pueblo de Caracas y la policía del Régimen.

El 23 de enero de 1958 huye el Dictador Marcos Pérez Jiménez, y a media madrugada el Periodista Fabricio Ojeda, hace su primera alocución al país, anunciándole al mundo, el fin del dictador y de un régimen que sólo ha sido superado por el estado de terror y hambre, impuesto hoy por el déspota que usted y su camarilla militar sostienen inútilmente apadrinado.