Es evidente que la Universidad del Zulia se encuentra intervenida. Sin salarios para su comunidad laboral y presupuesto para funcionar, se nos presenta un colapso institucional a la vista de todos. Otro indicio de esto es que las últimas elecciones de autoridades rectorales, decanales y de la representación profesoral fueron en el año 2008.
Y que luego de varios intentos por organizar el evento electoral más importante, el TSJ las ha impedido. La normal circulación de elites y cargos directivos ha quedado resentida. A eso hay que agregar el éxodo y renuncia de la planta profesoral por encima del 60%.
Tampoco nuestros estudiantes hoy pueden tener sus clases y vida universitaria normal. Desde la ausencia de la elemental biblioteca hasta la falta del transporte y el comedor estudiantil. LUZ es espejo de la crisis nacional.
Este año 2024 ha sido muy movido ante la expectativa de unas megas elecciones para imitar lo ocurrido en la UCV en el año 2023. No obstante en la UDO y la ULA el TSJ las mando a suspender. Y sobre LUZ pudiera suceder lo mismo.
En LUZ ha sido especialmente complicado resolver asuntos que en el pasado eran sencillos como el proceso de nombrar una Comisión Electoral plural y que genere confianza a todos los actores políticos.
El tema del Reglamento Electoral también ha sido espinoso, ya que si bien fue aprobado por el Consejo Universitario recientemente, actualmente hay cuestionamientos al mismo de parte de muchos sectores dentro y fuera de LUZ.
Todo este escenario de crispación o hasta de guerra civil silenciosa ha tenido como principal causa la indefinición jurídica. El actual Reglamento Transitorio para realizar las elecciones en el marco de una Sociedad Cerrada es contrario a la misma Constitución vigente y a la Ley de Universidades.
El mismo TSJ que con sus sentencias condicionan el actual Reglamento Transitorio de Elecciones es el mismo TSJ que suspende las elecciones universitarias. Entrampados y emboscados hasta que se logre restituir el Estado de Derecho en pleno.
Razón por la cual consideramos prudente que LUZ se alinee con las expectativas de un cambio político a nivel nacional. Y reconduzca su proceso de elección en el marco de una Sociedad Abierta. Y con ello recuperar a plenitud todas sus competencias que le han sido arrebatadas.
De no suceder esto, seguiremos siendo una “universidad tomada” y mediatizada por el control político unidimensional. Cuando lo que más anhelamos los universitarios es una atención privilegiada a la educación y cultura por parte del Estado. Y que se restablezcan salarios justos y dignos junto a un presupuesto adecuado que nos permitan asumir las fundamentales tareas que le competen a la Universidad para tener una mejor sociedad y país.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
@lombardiboscan
