Esta es una lucha larga y difícil, al frente de la cual están María Corina Machado junto a un grupo de valiosos dirigentes, y que se juega en el campo político y democrático, pero no bajo la lógica de un proceso electoral tradicional.
Veamos:
MCM y la unidad opositora han obligado al régimen a sacar su peor cara.
Con sus truquitos baratos, Maduro luce débil.
Haber bloqueado a la candidata electa en primarias, y también a la sustituta, fue terrible, pero “bello” a la vez, porque lo desnudó.
Maduro está haciendo un estriptis a plena luz del día y con el mundo observándolo. Y no es bonito.
Es tan feo que hasta los gobiernos de sus camaradas Petro y Lula tuvieron que pronunciarse.
Por otra parte, sectores de la Plataforma Unitaria han jugado el juego de Maduro. Ellos no son los creadores del juego, ese es Maduro. Pero colaboran a cambio de obtener provecho propio. Bailan al son que les toca el régimen, que los instrumentaliza.
Esas inscripciones de candidaturas a las 11:59pm, en jugada coordinada con el régimen, sellaron el destino de sus protagonistas. Aunque sea contra-intuitivo, hay que agradecer esas jugadas porque aclaran el panorama y facilitan la toma de decisiones.
Rosales
Rosales se metió en un berenjenal del cual difícilmente saldrá bien parado. Su escenario más probable: sufrir una derrota humillante.
Y, aunque Rosales y quienes lo acompañan en esta aventura tratarán de atenuar su derrota diciendo que hicieron lo correcto, y que había que participar, y que ellos creen en el voto, y que la culpa fue de María Corina y de los abstencionistas y bla bla, lo más probable es que, dado sus bajos niveles de credibilidad y popularidad, no logren imponer su narrativa y terminen pagando los platos rotos, que ellos mismos rompieron.
El hecho político que pulverizará cualquier narrativa rosalista será el llegar de tercero, o de cuarto, en la elección.
Y es que, por las encuestas que hemos visto, al menos uno, y tal vez dos, de los candidatos tiene claramente mayor intención de voto que Rosales.
Y prácticamente todos los candidatos tienen menores niveles de rechazo que Rosales, lo cual los convierte en potenciales mejores receptores de los votos que MCM decida endosar.
Y este no es un detalle menor.
Atención: dado que MCM tiene los votos para derrotar en una elección a Maduro y a Rosales juntos y sumados, esta jugada de Rosales le sirve en bandeja de plata a María Corina la posibilidad de mandar juntos al carajo a Maduro, a los alacranes, y a Rosales (y a la vieja guardia opositora junto con él).
Sí amigos, le han servido la posibilidad que convertir esto en un referéndum contra Maduro y contra la vieja oposición, esa que ya murió a manos de María Corina en las primarias.
Más sobre Rosales
Para colmo de males, después de inscribir su candidatura a las 11:59pm usando la tarjeta de su partido UNT, y habiéndose asegurado de que la tarjeta de la Unidad ya no podría postular a nadie, sorpresivamente Maduro concedió una extensión para que la Unidad inscribiera un candidato (inscribieron a Edmundo Gonzalez Urrutia para guardar el puesto).
No sabemos si ese recule de Maduro se debió a presión internacional, o a presión militar, o a algún otro motivo.
Lo cierto es que cualquier candidato que compita en la tarjeta de la manito volvería polvo cósmico al gobernador, por lo cual Rosales ahora necesita lograr que esa tarjeta lo apoye a él o sea anulada.
Si yo fuera Rosales, pediría a todos los políticos y partidos que viajaron a Maracaibo a ofrecerle apoyo, que salgan hoy mismo a ratificar públicamente ese apoyo. Si ese barco naufraga, ya sabemos quienes serán las primeras en saltar.
Rosales evitó una derrota en las primarias, pero puede que de esta no se salve. Y arrastrará a otros con él.
Y ni siquiera tendrá la opción de, al verse derrotado, retirarse antes de la elección, porque Maduro le pasaría factura.
Rosales está obligado, por Maduro, a ir “hasta el final”.
MCM
María Corina tiene opciones. Le toca demostrar que es un “animal político”, y que tiene estrategia, pero también sabe hacer jugadas tácticas.
Lo más importante para ella en este momento es mantenerse liderando a la oposición. No arruinar su capital político, sino preservarlo y aumentarlo. Y, vista su rueda de prensa, va por ese camino.
Veamos algunas de sus opciones:
Puede apoyar a Rosales (vemos bajas posibilidades de este escenario, pero es una posibilidad).
Puede apoyar a otro candidato, aunque no hay mucho de dónde escoger.
Puede apoyar a quien quiera desde ahora mismo, o hacerlo una semana antes de las elecciones.
Puede esperar para apoyar a quien esté mejor en las encuestas.
Puede apoyar a cualquier candidato y, cuando sea inhabilitado, apoyar a otro distinto.
Puede no apoyar a nadie.
Puede llamar a la abstención como forma de protesta.
Puede apoyar a alguien primero, pero terminar llamando a la abstención después, y viceversa, por loco que parezca.
Puede ir adaptando la estrategia según evolucionen los escenarios y enloquezcan los adversarios.
Puede apoyar al candidato que tenga más chance de derrotar a Maduro, endosarle sus votos, y propinarle una derrota electoral a Maduro que deje al régimen más desesperado y errático y agresivo de lo que ya está.
Puede obligar a Maduro y al CNE a robarse descaradamente la elección, incluso inventando los votos como en el referendo esequibo.
Puede forzar una condena internacional y la reimposición de sanciones de todo tipo. Si ya hasta Lula y Petro chillaron, y aún no han visto lo peor.
Tiene muchas más opciones en este complejo ajedrez. Pero lo más importante es que aproveche y explote cada error de sus adversarios.
Los que andan dando tumbos y carreritas a medianoche son los demás. Ella se mantiene firme e incólume.
Este breve análisis de hoy se queda corto en muchos aspectos. Por favor ayúdennos a complementarlo dejando sus opiniones en la sección de comentarios.
Finalmente, si todos los que queremos un Cambio nos mantenemos unidos, y coordinamos nuestro accionar con el del liderazgo que fue legitimado por los votos en primarias, ahora es que queda juego!
@ramonmuchacho / La Ceiba