Dice el hermano, Javier Ojeda, del recién asesinado teniente Ronald Leandro Ojeda Moreno, que él le decía que “sabía que venían por él”, por eso le entregó el borrador de su diario de 185 páginas en el que relató su historia, desde la detención el 25 de marzo de 2017 en el estado Apure, pasando por las torturas recibidas en la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM) y su escape el 30 de noviembre de 2017 de la prisión militar de Ramo Verde, el mismo centro de reclusión donde también estuvo Leopoldo López.
Las gráficas mostradas el pasado miércoles de 21 de febrero de 2024 en Santiago de Chile, evidencian que el grupo comando que lo secuestró no era hampa común, físicamente eran de tipología militar, dicen que tenían acento caribeño. Las crecientes sospechas de la prensa indican la injerencia de los servicios de contrainteligencia venezolanos.
Cuando el periodista del diario La Razón de Venezuela, Federico Alves, escribió, el miércoles 21 de febrero de 2024, que el secuestro del teniente Ojeda era resultado de una petición de los servicios de seguridad del régimen cuando firmó el convenio de colaboración policial con el gobierno de Gabriel Boric, el pasado 18 de enero de 2024 en Caracas, consideraron la versión como una simple especulación.
No era descartada esta hipótesis cuando habían antecedentes de gobiernos afines con el chavismo, como el de Colombia, cuando Juan Manuel Santo entregó al estudiante Lorent Saleh en 2014, sin importar que las denuncias de ONG defensoras de derechos humanos, ya advertían sobre la existencia de centros de tortura sistemática y la inexistencia de un poder judicial imparcial.
Escribe el periodista (La Razón 3-03-2024), Hernán Lugo Galicia, que durante su permanencia en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el teniente Ronald Ojeda Moreno optó por cumplir su juramento de defender el país y la Constitución y, por ello denunció los vínculos del Alto Mando Militar, Dirección General de Contra Inteligencia Militar y de personeros del gobierno de Maduro con la guerrilla colombiana, grupos organizados de delincuentes y de cómo los manuales de torturas, dictados desde Cuba, se aplican en Venezuela.
Una versión que dentro de las FANB y en especial en las zonas fronterizas entre Colombia y Venezuela no es un secreto, en especial los vínculos con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, y con el narcotráfico. A esto se agrega la injerencia de iraníes, chinos, cubanos y colombianos, señalan fuentes directas, en las oscuras operaciones que se hacen en el país en complicidad con el régimen. Por esa razón, dice el general (r) Antonio Rivero en su apreciación personal, se “ observa una participación del gobierno de Nicolás Maduro, a través de la inteligencia militar, con la participación de la delincuencia organizada presente en Chile, como es el Tren de Aragua”.
La declaración de la canciller de Argentina, Diana Mondino (03-03-2024), señalando la presencia de agentes cubanos y venezolanos en su país, que actuaron con “libertad” desde el gobierno de Alberto Fernández, ahora vienen a desestabilizar al presidente Javier Milei, también insinuó sobre la participación de estos grupos en los recientes disturbios en Ecuador.
Es una denuncia grave que se relaciona con lo ocurrido en los graves disturbios ocurridos en 2019 -principalmente- en Santiago de Chile, durante el mandato del reciente fallecido ex presidente, Sebastián Piñera, en Colombia, durante la gestión de Iván Duque, y en las revueltas en Perú en diciembre de 2022; hechos en los que participaron grupos delictivos de Venezuela, infiltrados en la diáspora que recorre todos los países del continente y Europa (el venezolano, Greg Oliver Higuera Marcano que actuó en el atentado del fundador de Vox en España, Alejo Vidal-Cuadras fue capturado en Cúcuta-Colombia el 17 de enero de 2024) .
Sospechosamente, la versión de Alves se descalificó, igual sucedió con la denuncia del ex comisario y ex preso político, Iván Simonovis, cuando anunció el secuestro del teniente Ojeda; las autoridades del gobierno de Boric han tratado de minimizar el hecho, argumentando que no pueden descartar ninguna hipótesis. Con el arresto de un menor de 17 años intentan desviar la hipótesis política.
Pero la cadena de hechos se atan desde la firma del convenio de cooperación policial en enero de 2024, la denuncia del fiscal del régimen chavista, Tareck William Saab, relacionada con el desmantelamiento del supuesto plan “Brazalete Blanco” (Esteban González-Amelia Eguiguron de www.unofar.col) para asesinar a Nicolás Maduro el 14 de febrero de 2024, luego de la delación del ex capitán Ányelo Heredia Gervasio (detenido el 14 de diciembre de 2023), pasando por la detención de varios militares, la defensora de derechos humanos, Rocío San Miguel, y ahora el asesinato del teniente Ojeda.
El trabajo de investigación del periodista Lugo da un detalle interesante, el plan era sacar a Ojeda por Bolivia (aliada del régimen), pero algo falló. Se rumora que el teniente coronel, Alexander Gramcko (alias mil caras), jefe de Operaciones de la DGCIM, está detrás de su secuestro y asesinato porque le pidió, en una de las reuniones de enero de 2024, al subsecretario del Interior de Boric, Manuel Monsalve, que se los entregara; él mismo lideró el operativo en el que asesinaron a Oscar Pérez (2018) y es acusado de dirigir la tortura que le causó la muerte del capitán, Rafael Acosta Arévalo (2019).
La muerte de Ojeda evidencia la estrategia instrumentada por los socios del Foro de Sao Pablo. Las primeras denuncias señalaban al Tren de Aragua, estas células que están llevando terror y muerte en varios países, principalmente, Colombia, Perú, Ecuador, Chile y ahora Estados Unidos de América, forma parte de una estrategia denunciada en abril de 1990 por el teniente Coronel del Ejército de EUA, Jimmie Holt:
“Los revolucionarios por toda la América Latina entrenaron según el ejemplo cubano. Sin embargo, durante los años 60, las insurgencias rurales, basadas en la revolución cubana fueron repetidamente derrotadas, y un nuevo tipo de revolucionarios comenzó a cambiar el énfasis de sus actividades, orientándolas hacia las ciudades en forma de organizaciones políticas, disturbios civiles y terrorismo”.
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder (1999), se inició el proceso de formación de los colectivos. Muchos de sus cabecillas fueron entrenados en Cuba, el régimen se encargo de financiarlos, de dotarlos de armas y adoctrinarlos. De ahí salieron el Tren de Aragua, los distintos colectivos regados por toda Venezuela, su franquicia, la banda del Conejo, la del Koki (Cota 905), la 5 de marzo de José Odremán, La Piedrita y el Alexis Vives.
Ahora con su éxodo por el continente, los ataques dirigidos desde Cuba están desestabilizando a los gobiernos democráticos, de la mano de los cuerpos de seguridad venezolanos-cubanos que están infundiendo el terror en los sectores opositores al régimen de Nicolás Maduro. Se materializa lo escrito por Holt y la advertencia del teniente Ojeda: “…Hoy vinieron por mí; mañana irán por ti”.
@hdelgado10