De acuerdo con los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2018 (IPC), elaborado por Transparencia Internacional, Venezuela repite con tan solo 18 puntos como el país más corrupto de América.
Venezuela es secundada en el continente por Haití que obtuvo 20 puntos. Siguen Nicaragua (25), Guatemala (27), México (28) y Paraguay (29).
El estudio determinó que los países percibidos con mayor transparencia en el continente son Canadá (81), Estados Unidos (71) y Uruguay (70).
El índice fue elaborado a partir de 13 encuestas y evaluaciones de expertos para medir la corrupción en el sector público de 180 países, a partir de una puntuación que va desde cero (altamente corrupto) hasta 100 (muy transparente).
En el ranking mundial, la puntuación obtenida por Venezuela país en relación con el año 2017 prácticamente no registra variación, pues quedó en el foso una vez más al pasar del puesto 169 al 168.
En esta ocasión, más de dos terceras partes de los países obtuvieron una puntuación por debajo de 50. La una puntuación promedio fue de 43.
Dinamarca y Nueva Zelanda se encuentran en el tope del índice con 88 y 87 puntos respectivamente. Los últimos lugares los ocupan Somalia (10), Sudán del Sur (13) y Siria (13).
Desde 2012, solo 20 países han mejorado significativamente en esta medición incluyendo Argentina y Costa de Marfil, mientras que 16 países han disminuido significativamente como son los casos de Australia, Chile y Malta.
La más alta puntuación por regiones es para Europa Occidental y a la Unión Europea con un promedio de 66, mientras que las puntuaciones más bajas corresponden a África subsahariana con un promedio de 32 puntos, así como Europa oriental y Asia central con un promedio de 35.
Corrupción y crisis de la democracia
En 2018, el IPC – que desde 1995 elabora Transparencia Internacional – hace el énfasis en la continua deficiencia de la mayoría de los países para controlar significativamente la corrupción y cómo esto contribuye a la crisis de la democracia alrededor del mundo.
Patricia Moreira, directora gerente de Transparencia Internacional, explicó que muchas instituciones democráticas están bajo amenaza por parte de líderes con tendencias autoritarias y por ello se requiere fortalecer más las acciones dirigidas a proteger los derechos de los ciudadanos.
En este punto se señala que la corrupción genera un círculo vicioso porque debilita las instituciones democráticas y, a su vez, las instituciones débiles son menos capaces de controlarla.
El análisis transversal de este IPC 2018 – que incorpora información del Índice de Democracia elaborado por la unidad de inteligencia de The Economist, el Índice de Libertad en el Mundo de Freedom House y el Reporte Anual de Democracia de Varieties of Democracy- revela un importante nexo entre corrupción y salud de las democracias.
Las democracias plenas tienen un puntaje promedio de 75 en el IPC 2018. Democracias débiles o irregulares obtuvieron una puntuación promedio de 49. Los denominados regímenes híbridos con tendencias autocráticas tienen una puntuación de 35. Los regímenes autocráticos presentan el peor desempeño con un promedio de 30 en el índice.
Como ejemplo de esta tendencia, el índice da una puntuación para Hungría y Turquía de 8 y 9 puntos respectivamente en los últimos 5 años, lo que revela el deterioro del estado de derecho y las instituciones democráticas, así como un rápido debilitamiento de los espacios de actuación de la sociedad civil y los medios de comunicación independientes en esos países.
De forma más general, se percibe que aquellos países con altos niveles de corrupción constituyen entornos amenazantes y peligrosos para actores políticos opositores.
“Nuestra investigación deja en claro el vínculo que existe entre una democracia saludable y la lucha exitosa contra la corrupción en el sector público”, dijo Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional.
“La corrupción es mucho más probable que florezca donde las bases democráticas son débiles como lo hemos visto en muchos países donde políticos no democráticos pueden usarla en su favor”, agregó.
Para lograr reales progresos contra la corrupción y fortalecer la democracia alrededor del mundo, Transparencia Internacional recomienda a los gobiernos:
Fortalecer las instituciones responsables de garantizar autonomía, independencia y balance de poderes y asegurar su habilidad para operar sin intimidación.
Erradicar la brecha de implementación entre la legislación anticorrupción, su práctica y efectiva aplicación.
Apoyara las organizaciones de la sociedad civil que fortalecen el compromiso político y la supervisión de la gestión pública sobre el gasto gubernamental, especialmente a nivel local o municipal.
Apoyar a los medios de comunicación independientes y libres para garantizar la seguridad de los periodistas y su capacidad para trabajar sin intimidación y sin ningún tipo de acoso.
Sobre Transparencia Internacional. Es una red global presente en más de 100 países que lidera la lucha anticorrupción mediante la vigilancia a gobiernos, empresas y otros entes de poder, así como el apoyo a ciudadanos testigos o víctimas de estos delitoswww.transparency.org
Sobre el índice de Percepción de la Corrupción. Desde su inicio en 1995, el IPC, uno de los productos de investigación emblema de Transparencia Internacional, se ha convertido en un indicador global para la medición de la corrupción en el sector público. Es una fotografía anual del grado relativo de corrupción en países del mundo. En 2012, Transparencia Internacional revisó su metodología de construcción del índice para permitir la comparación de puntajes entre un año y el siguiente.
Para más información visita: www.transparency.org/research/cpi.