Neuro Villalobos: Por las buenas o por las malas

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“No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.” Miguel de Unamuno

Ante la inviabilidad del socialismo como forma de organización social, así como su fracaso evidente donde quiera que se ha impuesto por distintas vías, sobre todo haciendo uso de la vocación totalitaria que inspira a sus seguidores quienes conjugan de manera confusa conceptos y variables de diferentes paradigmas para justificar su arremetida contra la libertad, oímos hace pocos días al máximo representante de la bestialidad política venezolana, Nicolás Maduro, expresar que “van a ganar las elecciones presidenciales por las buenas o por las malas.”

De esa expresión gritada con vehemencia por el máximo dirigente de la “revolución bolivariana” se desprenden algunas consideraciones que exponemos de seguidas. 1o. Es la oficialización de la violencia. Si el Estado puede hacer uso de ella, entonces todos podemos hacerlo. No sólo se pone en práctica la furia bolivariana, sino que la oposición podrá manifestar, en la práctica, su arrechera venezolana para salir definitivamente de un régimen que pretende perpetuarse en el poder que es lo único que le importa y preocupa.

Ellos se sienten apoyados por el control monopólico de casi todas las armas, y el pueblo, con todas las piedras y palos que consiga en el camino, y también por algunas armas de militares afectos a la libertad de Venezuela y que repudian tal comportamiento en el uso y abuso del poder. Ya que los dictadores no abdican y no se sale de ellos por elecciones,  como lo acaba de reafirmar un eurodiputado, tendrá que salir por las malas.

2o. Se pone de manifiesto el desespero de los miembros de este régimen nefasto ante el arrollador avance de la candidatura de María Corina Machado, quien ha impuesto de paso su liderazgo transformador. La forma didáctica y consistencia de sus discursos no sólo han concitado el apoyo nacional sino también el internacional.

3o. Podemos deducir que Maduro y las focas del régimen no se han enterados que no sólo estamos viviendo una época de cambios acelerados, sino un cambio de época que nos obliga a transformarnos individual y colectivamente, que nos fuerza a ser más honestos, más sinceros, más eficientes y mejor formados, con mayor confianza y fe en un futuro mejor, que nos permite acumular las fuerzas espirituales suficientes para ganar confianza en nosotros mismos, a pesar de la destrucción del país causada por Chávez primero, y Maduro después.

4o. Esa absurda expresión pone de manifiesto su desespero porque después de casi un cuarto de siglo en el poder se han dado cuenta que su socialismo del siglo XXI es una gran máquina de fabricar pobreza que no puede competir con esa formidable maquinaria de crear riqueza como lo es el capitalismo.

Podemos seguir enumerando otras consideraciones, pero lo que nos queda bien claro es que Maduro con su violenta expresión no infunde miedo, sino que ha puesto en nuestras manos un arma mortal para obligar su salida, por las malas. Pero esa arma no la vamos a utilizar. El ex-presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt ya lo expresó claramente: “La violencia es el arma de los que no tienen razón” y en nuestro caso, quien  se cree con ínfulas de rey ha quedado nuevamente desnudo, dándonos muchísimas razones para salir de él y del régimen que representa. Les tocará considerar si quieren salir por las buenas o por las malas.

Sabemos que Maduro y su combo  de lo que sí se han dado cuenta es que no pueden ganar nunca más una elección que sea limpia y transparente. Su muerte política está decretada y como Montaigne le decimos: “Si no sabéis morir no os importe, la naturaleza os informará en el momento mismo, plena y suficientemente; hará exactamente  ese trabajo por vos, no os toméis la molestia de cuidaros de ello.”