El terremoto, que se sintió incluso en Tokio, se produjo en la península de Noto a las 16.10 (7.10 GMT) e inicialmente la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) estimó que había sido de magnitud 7,4 en la escala de Richter, aunque después revisó al alza la magnitud en dos décimas.
Luego vino la alerta de tsunami. La Agencia Meteorológica de Japón en principio emitió una de «gran tsunami», es decir olas hasta de 5 metros, en las regiones costeras de las prefecturas de Ishikawa, Niigata y Toyama.
Sin embargo, se presentaron olas de al menos 1,2 metros de altura en el puerto de Wajima, a unos 500 kilómetros al oeste de Tokio, y se informó de una serie de tsunamis más pequeños en otros lugares, como la isla septentrional de Hokkaido. No se registraron más incidentes importantes.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico de EE.UU. declaró cuatro horas después que el peligro de tsunami había «pasado en gran parte».
En otra medición, la Agencia Meteorológica de Japón afirmó que el sismo había alcanzado una magnitud de 7 en la escala japonesa cerrada de 7, que se centra en la capacidad destructiva de los temblores, más que en la intensidad; pero horas más tarde sacó otra alerta disminuyendo la escala a 3, que es la menos peligrosa.
Tras el terremoto se activó la programación de emergencia, por lo que una advertencia de color amarillo apareció en las pantallas de televisión pública, pidiendo a los residentes de áreas específicas de la costa a evacuar inmediatamente e instando a la población a alejarse de las costas y buscar refugio en terreno elevado.
El Gobierno japonés informó que hasta el lunes por la noche había ordenado la evacuación de más de 97.000 personas en nueve prefecturas de la costa occidental de la isla de Honshu. Los evacuados pasaron la noche en pabellones deportivos y gimnasios escolares, comúnmente utilizados como refugios en caso de emergencia.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, convocó un gabinete de crisis para gestionar la situación e instó a los ciudadanos en las áreas afectadas a evacuar a zonas seguras. A su vez, el ministro de Defensa, Minoru Kihara, dijo que se han enviado a la zona unas 20 aeronaves militares.
Las aerolíneas japonesas ANA y Japan Airlines ajustaron sus operaciones, devolviendo aviones y cancelando vuelos hacia y desde las áreas afectadas. Uno de los aeropuertos de Ishikawa fue cerrado.
Así lo sintieron los japoneses
Las consecuencias del poder destructivo del terremoto se sintieron especialmente en la localidad de Wajima (unos 500 kilómetros al oeste de Tokio), donde se han registrado los daños más graves, dejando al menos a seis personas sepultadas bajo los escombros, un edificio derrumbado en la ciudad costera de Suzu y una enorme grieta en una carretera, así como un incendio.
Hasta las 21.00 hora local (12.00 GMT) se habían registrado prácticamente 60 réplicas del terremoto y la JMA ha advertido que durante la próxima semana es muy probable que se produzcan más temblores.
El terremoto también dañó carreteras y autopistas de la región y obligó a detener momentáneamente la circulación de varias líneas de tren de alta velocidad, además las interrupciones en los servicios telefónicos e internet afectaron a Ishikawa y Niigata, según las empresas Softbank y KDDI.
Más de 30.000 viviendas en Ishikawa y 3.600 en Niigata se encuentran sin electricidad debido al terremoto y las múltiples réplicas, reportó la empresa Tokyo Electric Power, que está revisando el estado de su central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, en la prefectura de Niigata, la mayor del mundo por capacidad de generación, que ha permanecido desactivada desde el desastre de 2011 en Fukushima, aunque hasta el momento no se han reportado daños significativos en las centrales nucleares.
Países vecinos reportan afectaciones
Toshihiro Shimoyama, oficial de planificación de información sobre terremotos de la Agencia Meteorológica de Japón, advirtió sobre la posibilidad de más terremotos fuertes en los próximos días, ya que la actividad sísmica ha estado latente en la región durante más de tres años (acá puede seguir el estado de las alarmas de tsunami en Japón)
Luego del terremoto en Japón, un tsunami de menos de un metro alcanzó la costa este de Corea del Sur, según informó la agencia meteorológica surcoreana, que añadió que podría haber más olas y de mayor tamaño en las próximas horas.
El primer tsunami que llegó a la costa de Corea del Sur fue de 67 cm, pero puede continuar durante más de 24 horas, dijo la agencia meteorológica.
Por otra parte, Corea del Norte emitió alertas de tsunami para su costa por posibles olas de más de 2 metros, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap, citando a la radio estatal del Norte.
Rusia también emitió advertencias de tsunami en las ciudades de Vladivostok y Nakhodka, en el extremo oriental del país.
Con información de Reuters y EFE